Opinión | Entre visillos

La vivienda, de pronto prioridad nacional

En España, más del 60% de los jóvenes entre 19 y 34 años vive aún en casa de los padres por falta de unos mínimos recursos para emanciparse

La vivienda es uno de esos grandes temas, tanto desde el punto de vista institucional como periodístico, de los que no deja de hablarse. Pero unas veces más que otras; y ahora, en plenos aires electorales vascos y catalanes, al Gobierno le ha dado por desentrañar la cuestión y hacer de ella uno de los principales ejes de la presente legislatura -en la que, con Presupuestos prorrogados, pocas alegrías caben para el cuerpo nacional-. Así, se ha convertido en prioridad estatal, según Sánchez, garantizar el acceso a una vivienda asequible y digna, para lo que se anuncian fórmulas como incrementar el parque de la pública, agilizar la licencia de obras para la construcción de pisos -al parecer bastante farragosa- y hasta eliminar la llamada ‘Golden Visa’, que otorga permisos de residencia en este país a poseedores de grandes fortunas si hacen una inversión inmobiliaria de al menos 500.000 euros. Una medida curiosa -sobre todo porque nada sabía el ciudadano de a pie de la existencia de tales tarjetas doradas- que no deja de ser un golpe de efecto poco trascendente más allá del titular. Lo que hace falta, opinan los expertos, es terminar con el actual déficit de viviendas y propiciar una bajada de precios -en 2023 los de esta provincia fueron los más caros de España, según Tinsa-, para lo que reclaman una colaboración público-privada que libere suelos.

En Córdoba, Vimcorsa acaba de anunciar que en los próximos cinco años se edificarán 6.500 viviendas libres y 2.144 VPO. De estas últimas, un tercio correrán a cargo de la citada empresa municipal, de acuerdo con un plan que pretende facilitar la compra y el alquiler a los sectores más vulnerables de la población. Y es que mientras a algunos, no necesariamente extranjeros, les sobra dinero para comprarlo todo -el ladrillo sigue siendo uno de los valores más seguros- otros están obligados a destinar más del 30% de sus ingresos para habitar un hogar propio o arrendado. Y eso si lo consiguen, porque según las estadísticas, en España más del 60% de los jóvenes entre 19 y 34 años vive aún en casa de los padres por falta de unos mínimos recursos para emanciparse. Sí, con o sin elecciones, la vivienda es un asunto serio.

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