Kiosco Diario Córdoba

Diario Córdoba

Ángela Labordeta

EL TRIÁNGULO

Ángela Labordeta

Hay... una guerra

«Hay malos, muy malos, tan malos que no tendrían que existir»

Hay un dios que no existe y un diablo con ojos azules y expresión de roca que sí. Hay días sin motivos para levantarse de la cama y los hay vestidos de viento y dulce oleaje entre los campos. Hay cuerpos sin vida que se mecen en los surcos que otros con sus manos han arañado en la tierra. Hay dudas y un silencio atroz cuando suenan las sirenas y quisieras estar en otro lugar, muy lejos, tan lejos que quizá ni siquiera serías tú. Hay primavera, pero no llega hoy ni mañana, y es posible que cuando llegue el invierno haya arrasado con todo. Hay un reloj que no cuenta las horas porque enmudeció cuando el tiempo pasó a tener un valor efímero y los minutos eran puentes quebrados en una huida permanente.

Hay un niño que llora y nadie lo consuela y una maleta que contiene la ropa que ya nadie se pondrá. Hay delirio y locura en el extremo de una mesa que sustenta todos los pecados y roba con cinismo la vida de los otros. Hay sospechas y un mar que nos señala dolorido de ahogados y de olvidos. Hay besos que esperan su momento y puñales que atraviesan los espejos y se hunden en violentos zarpazos. Hay esperanza y un tiovivo que da vueltas, imparable de risas y confetis.

Hay sueño y hay pesadilla cuando el universo es algo así como una flor a punto de estallar y nadie sabe cuál será la consecuencia final. Hay tormenta en días de sol y hay sol en días de aguacero y hay un verso repetición de otro que sacude desvanecido los ecos que cubren de metralla los viejos periódicos.

Hay venganza. Hay casas destruidas a las que no se sabe quién volverá y un hospital que ruge en medio de la noche el peor y más cruento ataque. Hay guerra cuando nadie quiere que haya guerra y un loco, trasnochado de poder, que apunta al mundo con su delirante y roñoso discurso. Hay ancianos que son valientes hombres y mujeres en mitad de un puente destruido y claman por la vida de los otros. Hay funerales sin curas ni familiares y hay un lugar donde se recibe la vida pletórica de fugaces instantes. Hay malos, muy malos, tan malos que no tendrían que existir. Hay demencia y solitarias pistolas esperando su momento.

Hay amor que no se hizo para el hombre y violencia que el hombre alimentó en días impares. Hay desafío sin corazón ni ternura y un torrente de balas que despedazan la vida.

Hay música en las encrucijadas y un tablero en el que disponer de las víctimas futuras. Hay cartas sin remite ni remitente y multitudes que buscan cobijo en fronteras ajenas. Hay tantas verdades como esquinas y tantas mentiras como monstruos dispuestos a entrar y desordenar nuestros sueños. Hay quimeras y estrellas desangrándose que son como ríos suicidas e imparables.

Hay... una guerra. Hay... un Putin.

**Periodista y escritora

Compartir el artículo

stats