Como cualquier columnista sabe, el primer desafío, y quizá el principal, a la hora de encarar un artículo es la elección del tema. Luego podrá salir mejor o peor, que nadie es sublime sin interrupción, pero esa es otra historia. Lo primero es optar por un asunto sobre el que escribir sin complicarte demasiado la vida ni complicársela a nadie -salvo que vayas de kamikaze o provocador, que de todo hay-. Y eso no siempre es fácil por muchas razones que, muy resumidas, van desde no encontrar argumentos idóneos, los que te pida el cuerpo o la pluma en ese momento, a tener demasiados y no saber por cuál decidirse. Esto último es lo que me ocurre hoy al ponerme delante del ordenador. Nada más que en el terreno cultural, están sucediendo en Córdoba tantas cosas dignas de mención que da pena tener que sacrificarlas en pocas líneas. Pero mejor eso que nada. Así que sin pretender abarcarlo todo -hay que curarse en salud, porque suele surgir quien se siente olvidado y llueven las paranoias-, aquí van algunas referencias obligadas.

Para mí es una cuestión casi que de honor recomendar a los lectores -si los tuviera- que no dejen de visitar en el Bellas Artes la exposición de dibujos donados al museo por Antonio Bujalance, uno de los más grandes pintores cordobeses vivos. Son retratos, carteles y bocetos que lejos de aparecer como obra menor, muestran la grandeza del veterano maestro, su proceso de creación y la belleza de las pequeñas cosas. Y hablando de maestros, otro que lo ha sido de varias generaciones de periodistas, Francisco Solano Márquez Cruz, acaba de ampliar su largo currículum literario -siempre con Córdoba como esencia y pasión-, esta vez de la mano del Ayuntamiento y la Diputación. Se trata de la reedición aumentada -no digo corregida porque Paco Solano siempre roza la perfección- de su libro ‘Córdoba es patio’, ahora puesto al día con profusión de detalles e ilustraciones y en un formato de lujo, como requería la ocasión: nada menos que dejar constancia escrita para la posteridad del centenario del Concurso Municipal de Patios, festejado a lo largo del 2021 con la espuela en Fitur, como el gran reclamo turístico que es, y del décimo aniversario de la declaración de los patios Patrimonio de la Humanidad. Un doble acontecimiento que se merecía lo mejor y lo ha tenido.

Y en busca de lo mejor para Córdoba y su entramado cultural nace, evocando el título de un famoso disco de Vicente Amigo, ‘Ciudad de las ideas’, un ambicioso proyecto -tanto que antes de ver la luz ya había suscitado críticas de los eternos reticentes- con amplio apoyo institucional que quiere remover conciencias, sentar la base de nuevos modelos creativos e impulsar mecanismos de colaboración público-privada. Todo con el objetivo de generar infraestructuras económicas y sostenibles en torno a la cultura como eje transformador y dando voz a los vecinos, según la declaración de principios que aporta el impulsor de la iniciativa, el productor musical cordobés Fernando Vacas. El primer encuentro echó a andar ayer en Orive con un debate entre los artistas Soleá Morente y El Niño de Elche, y está previsto que participen hasta el sábado creadores y representantes de muy diversos ámbitos de las artes, el pensamiento y la sociedad. Y es que no se quiere dejar a nadie de lado en este intercambio de experiencias, que incluirá becas y residencias artísticas para reunir a creadores locales y de fuera en el casco histórico. Si añadimos el desembarco de la Fundación Thyssen -rama Francesca- en el C3A, estaremos ante un horizonte cultural en sus horas más dulces desde hace mucho tiempo. Disfrútenlo.