Síguenos en redes sociales:

LA RUEDA

María Olmo

Viajar en tren por las nubes

Si el aeropuerto de Córdoba tuviera vuelos regulares, posiblemente sería más rentable viajar en avión que hacerlo en tren. Centrémonos, por ejemplo, en el desplazamiento a Madrid. Aterrizas en Barajas-Adolfo Suárez, te subes al metro, y resuelto. Esta opción, como ya sabemos, no existe, así que nos quedan el autobús (baratísimo en comparación), el coche y el ferrocarril. Hasta la fecha, la gente se hacía cálculos muy sencillos, basados en la distancia, el tiempo disponible, la noche de hotel que se puede ahorrar yendo y viniendo de la Villa y Corte en el día, el precio de la gasolina -y la parada casi obligada en el bar de carretera-, el aparcamiento privado que hay que abonar porque el señor Martínez Almeida (como todos los alcaldes de capitales), no deja centímetro sin zona verde o azul (y casi hay que cambiar de barrio el coche cuando transcurre el tiempo máximo del parquímetro) y otros inconvenientes de llevar vehículo privado, incluido el riesgo de la carretera.

En general, cuando solo hay un viajero, interesa el AVE. O interesaba. Ahora hay que pensárselo. En Córdoba disfrutamos de Alta Velocidad. Otra cosa no tenemos (y nos alegramos) salvo los Alvia que salen unos diez euros más baratos (seguimos con el trayecto a la capital de España), pero en la excelencia está el inconveniente, porque no hay opciones más baratas. Se puede ir a Sevilla en hora y media en un media distancia por muy poco dinero, o pagar más y hacerlo en 40 minutos en lanzadera o AVE, pero para viajar a Madrid en tren solo está la vía Precios Caros.

Así, después de pagar a 130 euros varias veces un ida y vuelta a la capital del Reino, me satisface ver que los medios de comunicación empezamos a hacernos eco de las quejas de los usuarios, hartos de ir como sardinas en lata y de pagar, desde el verano para acá, entre treinta y cincuenta euros más por el trayecto ida y vuelta. El colmo es que, ahora, para tener opción a cambiar el viaje de fecha u hora hay que abonar previamente 12 euros más al comprar el billete, y, como Renfe no se queda saciada con ese bocadito, en caso de que se ejecute este derecho, penaliza además con un 20% del importe. O sea, se paga dos veces por un simple cambio que hasta hace muy poco era gratuito.

Se comprende que la pandemia ha hecho mucho daño, pero el transporte ferroviario es esencial, y la opción más barata del AVLO no ha llegado a Córdoba, así que los usuarios quedan entre la espada de necesitar el servicio y la pared de los gastos que comporta. No podremos ir volando, pero Renfe nos pone el viaje por las nubes.

Pulsa para ver más contenido para ti