Resulta muy difícil preguntarse no ya por el futuro, sino por el presente de la prensa cultural. En Córdoba contamos con una tradición de buenos comunicadores que siempre han puesto el foco sobre la actualidad cultural, desde un libro de poemas debutante hasta el concierto de Bob Dylan. En este periódico disfrutamos, además, de un suplemento como Cuadernos del Sur, que es desde hace tiempo un lugar amplio en la atención sobre el hecho literario dentro y fuera del marco más cercano. Para ser periodista cultural tienes que guardar dentro una mezcla purísima de obra propia en marcha y de curiosidad infatigable.

Mucho de eso sabe Guillermo Busutil, reciente Premio Nacional de Periodismo Cultural, que acaba de dirigir en Málaga el Congreso Internacional La crónica periodística y la crónica cultural. Lo que ha pasado estos días por Málaga, a tiro de piedra desde Córdoba -ya sabemos que de Bodegas Campos hasta El Pimpi hay solamente unos moscateles de distancia- es ya historia y presente del periodismo cultural español: Blanca Berasategui, Jesús G. Calero, Sergio Vila San Juan, Manuel Vicent, Antón Castro, Berna González Harbour, Alejandro Luque, han dirigido suplementos y han escrito páginas que han formado parte de nuestra relación con la cultura, de ese diálogo extraño, a menudo difuso, con múltiples senderos en la selva, que nos conduce a espacios muy dichosos. Claro que hoy las redes tienen su propio público y un Me Gusta ha sustituido -sobre todo si son miles- a un análisis crítico. Pero este es nuestro tiempo y nuestro reto. Guillermo Busutil es un periodista fajado en la columna, el reportaje, el relato corto y ese pugilato tan de Manuel Alcántara, que hacía del dry martini un poema en pie. Ha dirigido uno de los cursos que quedará en la memoria porque esas cuestiones son ahora nuestro propio cruce de caminos. Ante el aluvión de consumidores con dedo rápido, la intermediación del periodismo cultural sigue siendo un lujo imprescindible.

*Escritor