Somos muchos los que empezamos a ver en televisión solo los informativos. Las cadenas privadas, que con tanta ilusión se desarrollaron en los noventa, han terminado por ser vulgares instrumentos de ideología política. Atrás quedó aquel ilusionante afán democrático de búsqueda y demostración de derechos y libertades y la preciosa y graciosa investigación del folclore; muy al contrario, hoy se reitera un esfuerzo continuo en vulgarizar el alma del pueblo con propuestas chabacanas y yo diría que incluso delictivas. Y es por eso, reitero, que muchos, a diferencia de otros tiempos que veíamos todo, empezamos a ser forofos de los informativos. Sin embargo, tristemente tengo que escribir que el uso partidista de la Primera Cadena se nos está colando en las casas y lo que es peor, las 24 horas del día (nunca mejor dicho); el telediario de 24 horas y en especial, el señor que lo presenta, don Miguel Fortes son claros instrumentos del Gobierno. Cuidado, que no digo que vayamos a un sistema fascista o comunista donde esto de la utilización de la televisión pública por parte de los dictadores es el pan de cada día, pero sí que digo que cualquier atisbo de fascismo o comunismo hay que cortarlo de raíz porque el uso descarado de la televisión que pagamos todos por parte de un gobierno no encaja en la elegancia de la social democracia europea. Nadie puede osar decirme que las democracias llamadas populares que vivimos en el antiguo bloque soviético o en las actuales Venezuela o Corea del Norte, son más democráticas que la social democracia porque eso es mentira y no solo comparando el nivel de bienestar ciudadano sino por respeto a los millones de muertos que aquel terror institucionalizado se llevó por delante. Además, la izquierda auténtica -más allá de los izquierdosos- es una ideología tan bella que estas cosas la ensucian. La izquierda de verdad va de cara siempre y no adoctrina con nocturnidad y por tanto alevosía. Y el presentador del telediario 24 horas me parece un tío fenomenal como militante y seguramente hará buen uso de algún cargo de estos que se regalan en la política, pero como presentador de televisión que invita a contertulios está realizando una labor insultante al gremio periodístico porque es totalmente abominable que el que invita y organiza un debate, no solo no modere, sino que entre a saco siempre para beneficiar al Gobierno. ¿Se imaginan que la Presidencia del Congreso no se dedicara a moderar sino a realizar una actuación parcial y partidista y por tanto arbitraria? Pues lo del informativo este que digo es casi peor porque las sesiones del Parlamento no las sigue el pueblo, pero el telediario 24 horas sí que lo hace. Esto tiene que acabar. Y además tiene que acabar ya.

 ** Abogado