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EL CUERPO EN GUERRA

Ana Castro

Autocuidado

Independientemente de la profesión, cualidades, nacionalidad de origen y cualquier otro atributo, somos personas. Y tenemos límites. Las que los hemos visto estirados como un chicle y sobrepasados por otros sabemos las consecuencias de pasarlos por alto. Por eso Simone Biles ha tenido el coraje, la valentía, de decir «no» ante una situación que sabía que posteriormente la dañaría. Y, al igual que Errejón al hablar de salud mental en el Parlamento, ha recibido críticas y ataques por todos lados, pero también ha hecho historia.

¿Por qué la salud mental es pasada por alto una y otra vez cuando es de la que depende que podamos ser nosotras mismas y nuestro estado físico y psicológico? ¿A qué tanto estigma, que no deja de ser miedo y desconocimiento, en el siglo XXI? ¿En serio no hemos aprendido nada de todo esto con la pandemia? Porque los servicios de salud mental públicos han visto multiplicados el número de casos y es algo que se palpa en el ambiente.

Ya Naomi Osaka, que decidió retirarse en Roland Garros al sentirse «muy presionada», ponía la salud mental en el centro y lanzaba desde la revista Time un sincero «It’s ok to not be ok (está bien no estar bien)». Biles clamaba que no son un entretenimiento más, sino personas. Independientemente de las medallas que se lleve, ha logrado un triunfo mayor, colectivo, al poner el cuidado del cuerpo al mismo nivel que la mente. Ha pronunciado un grito acallado por la mayor parte de sistemas sanitarios: «Es más importante la salud mental que el deporte ahora mismo» y «tengo que concentrarme en mi salud mental y no poner en peligro mi salud y bienestar».

Por su parte, Osaka, tras su descanso de dos meses, también adoleció en lo relativo a salud mental. Había demasiada presión en estos JJOO en los que además ella tenía especial protagonismo en la ceremonia de apertura. Debemos quedarnos con su balance: «Creo que es quizás por que no he jugado antes en los Juegos Olímpicos y para ser el primer año (era) demasiado. Creo que estoy contenta de cómo jugué, de tomarme ese descanso que tuve».

Como Biles y Osaka, yo elijo decir «no» y «basta» ahora. Desapareceré de las redes sociales por un par de semanas. Estoy exhausta, perdida, y necesito dedicarme toda la atención a mí misma, a mi propio autocuidado. Seguiréis leyéndome aquí, porque he dejado mis columnas preparadas, dado mi compromiso con este espacio. Sé cuando debo elegirme a mí.

* Escritora

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