Esta mañana nos ha despertado la triste noticia de la desaparición del Deportivo Córdoba C.F. un club con 55 años de historia en nuestra ciudad que termina su camino y deja una gran huella en el deporte base de nuestra ciudad.

A esta triste noticia, y si no hacemos algo al respecto, le seguirán más, ya el año pasado se encontraba en una situación agónica la Unión Deportiva de las Palmeras, que no pudo participar en la temporada 2020-2021, por no poder hacer frente a las medidas sanitarias anti covid que se exigían. Y la lista límite cada día aumenta más, como el Club Deportivo Alcázar, Club de Fútbol la Rivera del Guadalquivir…

En una situación como la actual, y tras pasar una temporada tan complicada, el deporte base de nuestra ciudad, ha luchado contra esta pandemia con dignidad y valentía, mucha dignidad y mucha valentía que es el trofeo más valioso que han ganado.

Un trofeo por su lucha, porque el deporte base no solo moviliza emociones y sentimientos que son absolutamente necesarios, sino que influye en las actitudes y comportamientos de nuestras niños y niñas a través de los valores que transmite: esfuerzo, superación, perseverancia, igualdad, respeto, deportividad, solidaridad y compañerismo.

A la hora de la verdad el deporte cuesta dinero y clubs con una gran labor social no pueden hacer frente a los gastos y terminan desapareciendo

Un trofeo, porque a pesar de la soledad con la que se encuentran muchos clubs, siguen luchando, con la ayuda de los padres que nunca se rinden.

Y es que se nos llena la boca con el apoyo al Deporte base de nuestra ciudad, con la necesidad de combatir la obesidad infantil, de ganar terreno social a las tablets, pero a la hora de la verdad el deporte cuesta dinero y termina siendo un elemento empresarial, donde clubs con una gran labor social no pueden hacer frente y terminan desapareciendo.

Y es triste que una ciudad como Córdoba, donde los barrios cada vez están más desdibujados y despersonalizados, los niños y jóvenes tengan cada vez más difícil enrolarse a un club con el que empezar a construir su vida social, niños que pueden jugar un ratito en su barrio con sus amigos, porque el club ya no puede hacer frente a los pagos de luz y agua.

Por todo eso, la pregunta que deberíamos hacer en voz alta, no solo es hacia donde va el deporte en nuestra ciudad sino también cual es nuestro objetivo del deporte base o la base del deporte