Una carta breve para decir adiós a más de medio siglo de historia. Se acabó. El Deportivo Córdoba -antiguo Recreativo Oscus- no figurará en los calendarios de la temporada 21-22, después de 54 años en los que los colores azul y negro estuvieron cada fin de semana en los terrenos de juego de la provincia y de Andalucía. Un texto de 28 líneas repleto de agradecimientos, con un último guiño a la nostalgia, ha cerrado un periodo que deja una huella imborrable.

La salida de Rafael Jaén Carmona, de 72 años, fundador y mandatario de la entidad desde su inicio hasta la actualidad, ha marcado también el final de una etapa que es ya historia en el deporte. Un frustrado intento de fusión con la Escuela Ciudad de Córdoba Gaspar Gálvez -una operación que el propio club anunció hace unas semanas- y un proceso electoral, tras la dimisión de Jaén, en el que no hubo candidatura alternativa, fueron los postreros intentos por mantener al Deportivo Córdoba en el escenario de las competiciones.

"Hoy, 54 años después, el Deportivo Córdoba CF termina su camino para permanecer en la memoria de todos como club histórico de nuestra ciudad", dice la carta en la que la entidad, a través de sus canales oficiales en las redes sociales, certifica la drástica decisión. Más de cinco mil jugadores defendieron el escudo de un club cuyo nombre está ligado al mejor trofeo veraniego de fútbol que ha existido en Córdoba: el Ciudad de los Califas. Desde 1980 y durante 32 años consecutivos, los mejores equipos juveniles del país -nunca faltó el Real Madrid- traían a sus mejores talentos a un paso del profesionalismo. 

En su despedida, el Deportivo Córdoba recuerda sus orígenes. "Los principios del club hay que buscarlos en 1966, cuando un grupo de amigos que se reunían en el centro de la Obra Social y Cultural Sopeña (Oscus) de la calle Valladares número 17 para estudiar, recoger a sus novias o simplemente mantener una tertulia y divertirse, deciden por idea de Rafael Jaén Carmona federar al equipo amateur, que ya había demostrado más que suficientemente su valía en diferentes campeonatos y torneos no oficiales", explica.

"Un día 10 de junio de 1967 se crea y federa oficialmente el equipo aficionado y el Deportivo Córdoba como club, con el nombre de Recreativo Oscus CF, participando por primera vez en la temporada 1967-68 en el campeonato de Tercera Regional, clasificándose en tercer lugar del grupo tercero y ascendiendo al segundo", recuerda el club, antes de anunciar que "termina su camino" para permanecer "en la memoria de todos".

Rafael Jaén junto a Rafael Campanero en una gala del club. CÓRDOBA

El Deportivo expresa su agradecimiento a "todas las personas que han formado parte de la familia del Deportivo Córdoba a lo largo de todos estos años, a los que lo han querido, respetado y luchado por él, a todos los jugadores que defendieron su camiseta, a la afición en la grada, bajo la lluvia, el frío o soportando los 40 grados de pretemporada", ya que hicieron de él "un gran club y una gran familia". Añade a esta lista a "las empresas y entidades que han colaborado con nosotros, a los patrocinadores y también a las instituciones: Ayuntamiento, Diputación, consejería de Deportes de la Junta de Andalucía, Instituto Municipal de Deportes y Delegación Territorial de la FAF".

Miles de partidos quedan atrás. El Deportivo recuerda en su adiós a "todos los clubes que a lo largo de los años han sufrido y disfrutado con nosotros, a nuestros rivales y compañeros, a los que saben ganar pero también saben perder y respetar al contrario", así como a "los árbitros, a los que siempre hemos intentado poner las cosas fáciles".

"Todos y cada uno de los partidos, los ascensos, los descensos, las risas y los llantos, las victorias y las derrotas, siempre estarán en nuestro corazón", concluye una misiva que sella el final del Deportivo Córdoba.

Más de medio siglo compitiendo

El Recreativo Oscus, con un presidente de 18 años, comenzó a competir en 1967. Entre aquellos pioneros del balón destacó José Navarro Molero, que fue el primer futboilista que estampó su firma en la ficha del club y que en la temporada 92-93 recibió el reconocimiento de la entidad con la insignia de oro, con motivo de las bodas de plata. Dos de los hijos de Navarro vistieron después la misma camiseta que su padre. El Deportivo siempre mantuvo un carácter familiar, en la misma línea de su ideario original. Esa pretensión de dar una dimensión humana a lalabort formativa con los jóvenes ha sido un sello en la entidad presidida por Rafael Jaén. Adaptándose a los tiempos, el Deportivo siempre tuvo una directiva muy dinámica, con un alto nivel de participación de los padres, con el fin de hacer del fútbol una herramienta educativa más.

El hogar del club fue, durante la mayor parte de su historia, el Colegio Virgen del Carmen, pero las vicisitudes para entrenar y disputar partidos le acompañaron siempre. Las dificultades para dar cabida a un número de jugadores cada vez más alto le llevaron a peregrinar por terrenos como el Enrique Puga, San Eulogio, el patio del Colegio Diocesano, el Colegio La Aduana, el llano de Martorell en El Brillante, el cine de verano Fuenseca... En su época moderna, las instalaciones deportivas municipales de La Asomadilla fueron el escenario del trabajo de las decenas de equipos que el Deportivo ha mantenido en todas las categorías federadas desde los juveniles hasta los prebenjamines.

Un momento clave de la historia del club llegó en 1987, cambiando la denominación de Recreativo Oscus a Deportivo Córdoba para pasar a gestionarse de modo privado y entrar en un periodo de expansión, de la mano de un acontecimiento que va ligado a su historia: el Trofeo Internacional Juvenil Ciudad de los Califas. Creado en 1980, este torneo se consolidó como el mejor de España y ofreció a la afición cordobesa la oportunidad de ver en directo a jugadores que acabarían siendo estrellas. Real Madrid, Barcelona, Betis, Sevilla, Atlético de Madrid o Valencia, además del Córdoba CF -el único que disputó las 32 ediciones- ofrecieron un espectáculo inolvidable. Por El Arcángel pasaron en sus años juveniles clásicos del Córdoba como Luna Eslava, Toni, Paco Jémez o Rafa Berges, además de nombres de referencia que van desde Pardeza (Real Madrid) a Pedrito (Barcelona), pasando por Alfonso, Cañizares, Toril, Solozábal, Juanito, Guti, Serna, Urzaiz o Contreras. En los tiempos más duros del fútbol en Córdoba, con el primer club de la ciudad en sus horas más bajas, el Trofeo de los Califas era una cita que congregaba a más de cinco mil espectadores en el estadio en el último fin de semana de agosto. Esa competición forma parte del legado del Deportivo Córdoba y de Rafael Jaén, de quien siempre se dijo que su presencia era insustituible. El tiempo, como siempre, acaba dando la razón.