Nunca como ahora se hace más necesario que apareciese otro José Cadalso que escribiera unas nuevas ‘Cartas Marruecas’ al mismo estilo de las del militar y escritor gaditano del siglo XVIII. José Cadalso no vio en vida la publicación de sus ‘Cartas’, lógico tratándose de una novela de tipo epistolar que, poniendo en boca del embajador marroquí Gazel (entre otros) impresiones inocentes y asombradas sobre la España de hace doscientos cincuenta años, dejaba en evidencia principalmente la decadencia de este país, sus contradicciones y sus realidades a veces absurdas. Este tipo de género, que no inventó Cadalso, ya fue utilizado de una u otra forma por escritores anteriores con idéntico interés sociológico e histórico, como Montesquieu, quien, con sus ‘Lettres Persanes’ (Cartas Persas) son el antecedente más directo de las marruecas de Cadalso.

Y habría que preguntarse si ese otro nuevo José Cadalso que reflejara en su obra la situación actual de decadencia de España no habría de abordar los mismos temas que los de aquel último tercio del XVIII. En primer lugar, las guerras interminables y onerosas, que si entonces fueron militares hoy lo son políticas, pero igualmente estériles y sangradoras de lo mejor del país. En segundo lugar, la división del país, entonces por causa de la guerra de Sucesión al trono, en la que el reino de Castilla optaba por los Borbones y el de Aragón por los Austrias, división que generó y se traduce en los separatismos y nacionalismos periféricos de hoy. En tercero, la emigración que desangró a España para ir a colonizar tierras lejanas, y que ahora, desde el siglo XX, despojó al país de su fuerza en beneficio de países europeos, y en el XXI nos arranca los mejores cerebros técnicos y científicos. Y, en cuarto, el pertinaz atraso general de España, que depreciaba y sigue despreciando el ingenio científico, médico y tecnológico, haciéndonos cada día más dependientes en esos aspectos tan esenciales en el mundo moderno, como la misma pandemia nos ha demostrado. Nada ha cambiado, y creo que las hipotéticas ‘Cartas’ del nuevo Cadalso (hoy quizás notas en las redes) correrían la misma suerte: serían censuradas.

* Escritor