En su día aprendí algo de inglés y francés pero, hoy por hoy, hay tantos «idiomas» que, para mí, el mundo se ha convertido en una Torre de Babel tal que no entiendo nada y eso me lleva a pensar que o bien yo he perdido facultades o los «idiomas» son ininteligibles, porque ¿cómo puedo yo entender que con la que tenemos encima, entre otras cosas de tipo económico, gente que ha perdido sus negocios y no tiene nada que echarse a la boca, pero sí muchas cargas, gente enferma, que se muere, que precisa material sanitario, médicos y enfermeros, residencias, campañas de recogida de dinero para alimentos, etc, cómo puedo yo entender la millonada que se van a gastar en las grandes ciudades para el alumbrado de Navidad? Desde niña, y porque mi padre así lo vivía, la Navidad ha sido para mí la gran fiesta familiar, la fiesta de los pueblos, la fiesta de las luces, de toda clase de extras, etc. pero prioritario a todo eso son las necesidades vitales, las urgencias que estamos atravesando y que afectan a todos en mayor o menor grado. No entiendo el «idioma» de gastar millones de euros en luces y pedir la buena voluntad de los ciudadanos para bolsas de alimentos. Hay otro «idioma» que por más que quiero traducir no encuentro diccionario, si bien coincido con la opinión de un contacto de Facebook: la muerte de Maradona abre los telediarios a nivel mundial y acapara las portadas de todos los diarios. El luto se convierte en histeria y lloramos hasta el ridículo la muerte de un futbolista que en su momento fue grande, pero la vida no son tan solo momentos de gloria, la vida cuenta hasta el final. El cerebro más brillante de nuestra época cambió la percepción del universo desde una silla de ruedas. Muere Stephen Hawking y apenas es noticia. Somos una sociedad enferma e ignorante. Descanse en paz nuestra inteligencia.

* Maestra y escritora