Desde principios de los años ochenta del pasado siglo, si no me falla la memoria, cuando pude ver, en el salón de actos de la entonces Caja Provincial de Ahorros de Córdoba, su cortometraje en súper ocho Aura -adaptación del relato literario de Carlos Fuentes-, hasta hoy, han sido muchas las conversaciones con el telón de fondo del cine y la vida con este autor amigo. Por entonces colaboraba fielmente en sus producciones la compañía teatral La Buhardilla y era frecuente ver su obra en cualquiera de los concursos de cine amateur que se organizaban por toda España.

Me deslumbró la calidad fotográfica de esta producción constante que ha mantenido en la totalidad de su filmografía, aunque los diseños de producción en su obra hayan variado bastante, tanto como la temática y la influencia de las nuevas tecnologías. Luego vinieron otras fases en que Entrenas contó con actores y actrices de la ciudad y muchos de ellos pasaron a otros ámbitos más profesionales, siendo un campo de ensayo su cine independiente en el tránsito del teatro al cine.

Poco a poco, podríamos decir que sus guiones fueron mutando de historias intimistas y contemporáneas hasta relatos de época con personajes históricos como San Juan de la Cruz, Góngora, Averroes, Maimónides, Garcilaso de la Vega…

Y, sobre todo, hay un personaje que siempre aparece, durante este último período en que se ha instalado el cine de Miguel Ángel, que en diferentes producciones ha dedicado su trabajo al pintor cordobés de la Plaza del Potro Julio Romero de Torres.

Y coincidiendo con el 90 aniversario de la muerte del artista tenemos ocasión de disfrutar en (televisión municipal) mañana domingo no sólo su última película, el largometraje Valle Inclán y Julio Romero de Torres, un pintor para una ciudad, también las dos cintas que completan la trilogía: La niña de la Ribera (2013) y La Chiquita Piconera (2007).

Últimamente, desde que codirigiera junto a su hija Fátima Entrenas, disfruta del éxito llegando su cine a programarse incluso en otros continentes como Asia o América. Una buena ocasión para verlas.