La Córdoba que queremos

A los cordobeses si nos preguntaran y diéramos una respuesta comprometida sobre la Córdoba que queremos podríamos esbozar nuestra idea de ciudad, sobre todo en función de esas realidades capitales que vivimos con sus carencias y bondades. Nuestro diario ha realizado una reciente publicación especial en la que los retos de toda la provincia se han puesto a la luz del caletre, la experiencia y las aspiraciones de empresarios, investigadores, escritores, artistas y gestores de lo público. Todos ellos de alguna manera representantes de cada una de esas caras del poliedro que conforma la realidad de Córdoba y provincia. Y por supuesto, todos y cada uno de ellos portadores o mensajeros de esas carencias en forma de demanda o reivindicación, y otros reafirmadores de también bastantes bondades que ya son realidad en Córdoba. Ahí está como prueba la orgullosa y justa afirmación del científico Juan Manuel Jiménez Vacas: «El Imibic ha posicionado a nuestra ciudad en el mapa científico»; o la declaración más sostenible desde el punto de vista humano del músico Paco Montalvo: «Córdoba debe ser la tierra donde los jóvenes puedan labrarse un futuro»; o ese guiño futurista ecológico de los arquitectos Curro Crespo y Antonio Lara: «¿Por qué no imaginar una ciudad sin emisiones en el año 2035?». Todos y cada uno de los participantes en esta reflexión de alguna manera dejan su testimonio de esas aspiraciones, demandas o logros que los propios cordobeses podemos suscribir de esa realidad común de la que todos participamos. Pero está claro que hay que entender que soñar es el principio de la realidad, y es ahí donde de todos me quedo con el que probablemente más cordobeses suscribiríamos: José Castillo, el socio fundador de Xul: «Urge ir más allá de lo económico, añadir matices a Córdoba, enriquecerla con la diversidad y construir un nuevo discurso de qué Córdoba somos». Tal vez así lograríamos la Córdoba que queremos.

* Mediador y coach