El “cine de culto” o cult movies es una cuestión realmente difícil de tratar, cuando alguien se pone a investigar sobre el tema se da cuenta de que no hay un consenso real y cuya definición exacta sigue siendo discutida actualmente. Por ello, a través del artículo, recogeré algunos ingredientes comunes que según he ido viendo, todas las películas de culto poseen, en mayor o menor medida.

Las películas de culto se caracterizan, en primer lugar, por tener un carácter innovador, ya sea en la temática que trata, en el guión o en los personajes. Digamos que se produce una transgresión en lo que se refiere al cine convencional o las superproducciones de Hollywood, que rompe con lo que establecen los cánones de la cultura masiva.

En segundo lugar, que suelen reunir las películas de culto, es que la mayoría de ellas fueron un fracaso en taquilla, pero que posteriormente, con el paso del tiempo se produjo un reconocimiento por parte de la crítica y el imaginario colectivo, que catapultaron a la película a la fama y le dieron su espacio llegando a considerarse grandes clásicos o películas con un toque especial.

En tercer lugar, estas películas tienen la cualidad de reunir a público muy devoto, de ahí la palabra “culto”, por ello no es de extrañar, que se hallan hecho cine-forums, o se hallan escrito numerosos artículos de análisis y reflexión sobre estas películas, ya que poseen un público fiel y selecto.

A continuación, dejaré tres películas, que considero son cine de culto.

El club de la lucha ( David Fischer, 1999)

El club de la lucha, es un ejemplo claro y conciso de película de culto, ya que posee todos los requisitos de los que hemos hablado antes, basada en la novela homónima de Chuck Palahniuk. En primer lugar, la película fue un auténtico fracaso en taquilla, recaudando en EE.UU. un total de 37 millones de dólares, una gran decepción, en donde, las críticas de cine no fueron nada favorecedoras, al contrario, fue una película que nadie entendía, ni los críticos ni el público, de hecho no fue ganadora de ningún Oscar, pero cuando salió a dvd, todo cambió.

Actualmente, está situada en el décimo lugar en la lista IMDB, de las mejores películas de la historia. Mientras que la revista Empire de 2008, califica al polémico Tyler Thurden (Brad Pitt) como el mejor personaje de la Historia del cine.

Se caracteriza también, como una película transgresora, dado su fuerte contendido de violencia explícita. Además, posee en cierta forma un enfoque nihilista, en donde desde el punto de vista existencial, la vida carece de sentido, dando un mensaje autodestructivo y autoritario, sobre todo al final de la película, donde Tyler Thurden es el líder de una secta con tendencias anarquistas que va cogiendo cada vez más fuerza.

Su guión, basado en la novela, es totalmente atrayente, que deja frases para enmarcar y que quedarán en la prosperidad, basados en una sociedad capitalista con tendencia al consumismo o al poder que ostentan las grandes marcas sobre nosotros, a la que la película califica de “Universos”.

Por último, algunos críticos la califican como la mejor película de la década de los noventa, es decir, es una película que creó tendencia y coleccionismo, y que todavía se sigue hablando de ella. Cómo podremos olvidar al narrador (Eduard Norton), un oficinista de seguros que tiene problemas de insomnio, y para paliarlos, acude a terapia de grupo hasta que conoce a Tyler.

Pulp Fiction (Quentin Tarantino, 1994)

Estamos ante otro tipo de película de culto, esta vez, ha diferencia de El club de la lucha, logró el reconocimiento de la crítica, alzándose con la Palma de Oro del Festival Internacional de Cannes en 1994 y consiguiendo 7 nominaciones y 2 Oscar; el primero a mejor guión original (Quentin Tarantino y Roger Avary) y el segundo a mejor actor de reparto (Samuel L. Jackson). En su defensa, tenemos que añadir que competía en la nominación a mejor película ese año con Forest Gamp (Robert Zemeckis) y Cadena Perpetua (Frank Darabont).

Con Pulp Fiction, estamos ante una obra maestra, que creó tendencia, ya que fue tremendamente innovadora, principalmente en el guión y sus personajes. Si hablamos del tiempo y del orden de la historia, Tarantino rompe totalmente con los esquemas de introducción, nudo y desenlace, es decir, le gusta jugar con el tiempo, de ahí, que presente varias historias entrelazadas por medio de un relato no lineal.

Otro toque de Tarantino es su personalidad a la hora de establecer los diálogos de los personajes, se trata de diálogos surrealistas con toques de humor, que muchas veces no tienen nada que ver con la trama, pero que humanizan a sus personajes, haciéndolos mas reales y conectándolos con el espectador.

Por último, Tarantino trata temas profundos como la Redención; utiliza canciones ya escritas antes de la película y hace constantes guiños a la cultura pop.

El club de los Poetas Muertos (Peter Weir, 1989)

El Club de los poetas muertos sería un caso muy particular de película de culto, ya que digamos sí gozó desde primera hora por ese reconocimiento por parte del público y de la crítica, de hecho, tiene un Oscar a mejor guión original por Tom Schulman (1990) y tres nominaciones como mejor película, mejor director (Peter Weir) y mejor actor (Robin Williams).

También resulta un poco controvertido el hecho de que consideremos como película de culto, a una película cuya productora era Touchstone, que dependía de Disney, pero es así, los hechos son los hechos, y El club de los poetas muertos rompió completamente los moldes establecidos, y por supuesto, se puede considerar innovadora, a la hora de tratar el tema de la expectativa social frente a los modelos educativos tradicionales y el autoritarismo familiar de una sociedad capitalista estadounidense de los años 50.

El guión y los personajes de la película no pueden dejar indiferente a nadie. En un internado, la Academia Welton en Vermont, construidas por los pilares de: tradición, honor, disciplina y grandeza. El señor Keating (Robin Williams), el nuevo profesor de Literatura tomará un papel decisivo en las vidas de sus alumnos, convirtiéndose en un referente para ellos y alentándolos a que piensen por ellos mismos, que tengan convicción en sus ideas, que nada es imposible y que las palabras y las ideas pueden cambiar el mundo, entre otras. Se trata de una oda al optimismo, al amor y al romanticismo, todo ello acompañado por figuras literarias, y por el tan aclamado “Carpe Diem” y escoltado por los versos de Walt Whitman como “Oh Capitán, mi capitán”.

* Graduado en ADE y Master en Cooperación Internacional al Desarrollo. Estudiante de Marketing Digital. Blog Fight Club