Está de moda lo sin» ese es el eslogan de un producto alimentario que anuncian en televisión.

Uno de los principios fundamentales del marketing es convencer al consumidor de que se le está ofreciendo un producto que va a cubrirle una necesidad. En este ejemplo, la necesidad no es otra que la de estar a la moda.

Antes de hacer una campaña publicitaria, más aún si va a ser en televisión, la empresa fabricante o comercializadora realiza una inversión importante para analizar el impacto que va a tener dicha publicidad. Para ello se hacen estudios de mercado para conseguir el eslogan que se ajustará a las opiniones sobre la imagen del producto que realice la muestra objetivo, es decir la frase que va a despertar esa necesidad o deseo por adquirir dicho producto.

Estar a la moda ya se ha convertido en una necesidad y si no consumes o haces lo que está de moda es que eres un cutre y quedas fuera de la sociedad, no eres «in», guay, «cool», o la que sea actualmente la palabra de moda para expresarlo. Lo importante es estar dentro del rebaño. Por otro lado resulta muy inteligente, ya que así estás creando una necesidad a una gran masa de personas y tu producto puede ser todo un éxito de ventas si la convences de que está de moda.

Y es que es increíble lo que la gente es capaz de hacer solo porque está de moda, como irse a hacer turismo a Chernóbil exponiéndose a una alta radiación que le puede costar muy seriamente su salud. El día que se ponga de moda tirarse por un puente, iremos todos a tirarnos, eso sí, sin que falte el selfie para colgarlo en las redes y no me digan que estoy exagerando que lo del puenting ya fue una moda como lo es lo del balconing entre los ingleses que vienen a hacer turismo a Baleares.

Y ahora nos queda la segunda parte del eslogan, «Lo sin». Resulta que sacan al mercado cualquier producto con ausencia de muchas cosas y mientras mayor sea esa ausencia más elevado será su precio y será considerado de mejor calidad.

Aparece bien grande en la etiqueta del producto y con letras mayúsculas, lo que no lleva: sin azúcar, sin grasa, sin alcohol, sin gluten, sin lactosa, sin aditivos, sin huevo, sin gas, sin contenido animal, sin parabenos y encima nos quieren hacer creer que va a estar sabroso. Esto, de seguir así, dará lugar a que vayamos al supermercado y nos encontremos botes -ecológicos, por supuesto-, con etiquetas muy coloridas e ilustradas con muchos «Sin», envasados al vacío, por lo de «sin» aire y dentro, pues dentro nada de nada, que está de moda «lo sin».

Hace un par de décadas la publicidad era muy distinta, lo mismo que nuestras necesidades eran más reales. Entonces lo que ofrecía la marca de un producto en su publicidad, era casi siempre un extra. Más cantidad de producto por el mismo precio, cupones de descuento, participaciones en el sorteo de un viaje, regalos, cromos, cupones con los que podías completar una vajilla... Todo era «con» y sin embargo la gente estaba más sana, no había apenas obesidad, ni intolerantes a nada, ni tantas alergias, ni tanta tontería ni obsesión por el cuerpo y la imagen.

«La estética de hoy es la ética del futuro», eso decía Lenin si no me equivoco, y creo bastante acertada la frase. Si lo que está de moda es «lo sin», y ya lleva tiempo, esto es lo que nos vamos a encontrar en nuestra sociedad en un futuro muy próximo, en nuestras relaciones sociales, laborales y personales con los demás. Relaciones sin compromiso, sin lealtad, sin fidelidad, sin sentimientos, sin atención, sin responsabilidad, sin mimo, sin cariño, sin sinceridad, sin dedicación, sin empatía, sin amor...

No es por alarmar a nadie, pero nos espera una sociedad sin valores, sin moral, sin educación, eso sí, con unos cuerpos alimentados y vestidos según la moda que toque.

Puede que para entonces, me tire por un puente, «sin» arnés y comparta el selfie por las redes o mejor no, vaya a ser que cree tendencia y se ponga de moda.

* Escritora y consultora de inteligencia emocional