Alo largo de nuestra vida se pueden cometer errores y aciertos, también se pueden tener éxitos o fracasos profesionales, pero sin duda lo más dificil es estar y pasar por la vida haciendo el bien. Esa conducta o actitud en la vida no la elegimos nosotros, creo que solo algunos por un designio que para unos será por solidaridad y para otros más espiritual. Y tú, Juan Miguel, estás dentro de estos designados. Desde que te conocí siempre te he admirado no sólo por tu formación cultural o musical, sino por tu carácter bonachón que de acuerdo a la Real Academia, para eso tu eres académico de la de Córdoba, significa de genio dócil, crédulo y amable. Por todo esto no quiero que este lunes 2 de septiembre pase desapercibido. Como decía cuando alguien es designado como buena persona, su día a día le fortalece y le hace entregarse más y más, y así preocupándose por los demás, siendo más responsable y buscando lo mejor para el bien común, puede llegar un momento que nuestro corazón se llene de tanto cariño y entrega que tenga que descansar.

Pero ese descanso no significa dejar ser lo que tú eres, una buena persona, que ahora dedicaras más tiempo a tu familia y a tu profesión, pero que sabemos que siempre te tendremos para un buen consejo cultural, para esa sonrisa infantil única, para disfrutar contigo cuando te lo permitan de una buena comida de amistad, y tantas y tantas cosas que tenemos por hacer. Asi que Juan Miguel, como te he dicho por privado y ahora por publico, seguimos más que nunca con nuestra amistad y gracias en nombre mío y el de todos por ser tan buena persona.

* Exconcejal del PP