A veces una tiene que meterse en Google para entender a las fuentes. El latín que estudié el siglo pasado no me llega para interpretar la política gaseosa del XXI y como hay asesores del presidente del Gobierno que sostienen que ellos en lo que andan es en crear su "momentum”, me he ido de cabeza a Internet: “Momentum es no esperar a que llegue el momento perfecto para tomar acción, es aprovechar el momento presente, el actual, el día a día para tomar las acciones que generen esa fuerza imparable”.

Así que era eso. Que mientras los hombres de Pedro Sánchez trabajan en su “momentum”, el momento se les ha venido encima y esta semana el jefe del Ejecutivo tendrá que decidir si escribe el epílogo de su Manual de Resistencia aguantando aunque fracasen sus presupuestos o si convoca elecciones de forma inmediata, la próxima primavera. Realmente, ese calendario se lo recomendaron desde el principio algunos en el PSOE pero ahora coincide con lo que le exigieron a gritos PP, Ciudadanos y Vox el domingo en la Plaza de Colón de Madrid.

Desde hace semanas hay un lamento que comparten en voz baja algunos socialistas: “Ya no hay momento bueno”. Recuerdan esos dirigentes, no sin cierta melancolía, la opinión que se le ha atribuido al secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, y que se puede resumir en pocas palabras: ¿Elecciones? Cuanto antes, mejor. Los motivos, esgrimidos ya durante el verano pasado, siempre desembocaban en Cataluña porque estaban convencidos de que la cercanía del juicio del procés embarraría aún más el terreno de juego: en el banquillo del Tribunal Supremo se sientan ya esta semana los líderes de los partidos que necesita el PSOE para mantener la mayoría de la moción de censura.

Pero Sánchez no convocó y, después de haber descartado presentar los Presupuestos, anunció que los llevaría al Congreso con o sin apoyos. Sin red ni agua en la piscina. Eureka, nos dijimos todos en griego. Aquí lo tenemos. Está creando el "momentum" y cuando le tumben las cuentas tendrá el relato de su campaña: si ERC y PDECat me han dado un portazo, ¿cómo podéis decir que soy su rehén? Teníamos todas las respuestas cuando las elecciones andaluzas nos cambiaron las preguntas.

¿Y si los independentistas salvan a Sánchez para no dar paso a un tripartito de derechas que reclama a diario un 155 perpetuo? Y de nuevo cambió todo. Fue entonces cuando además de hablar de diálogo el Gobierno intentó practicarlo. Entonces fue cuando impulsó una negociación con el Govern sobre el futuro de Cataluña en plena cuenta atrás de la tramitación de los presupuestos y se autoconvenció además de que podía defender que una cosa no tenía que ver con la otra. Fue a partir de ahí cuando no vio venir la tormenta que se le avecinaba a cuenta del relator y cuando el "momentum" se le empezó a complicar. El relator ya solo es carne de memes y el relato suena con mucho ruido de fondo, pero el momento ha llegado. Sánchez tendrá que decidir la fecha de las elecciones en medio de la olla a presión en la que se ha convertido la legislatura. "Alea iacta est".

* Periodista