En una decisión sin precedentes,

la Comisión Europea rechazó el borrador de presupuestos del Ejecutivo de Roma, al que acusa de contravenir conscientemente las reglas del pacto de estabilidad, y exige otro proyecto de cuentas en tres semanas. El primer ministro responde que «Italia, lo primero», y ayer hacía un gesto de acercamiento a Putin, como todos los populistas antieuropeos.