En mis primeros pasos teatrales, participé en la representación de La barca sin pescador de Alejandro Casona. La obra parte de un supuesto utilizado por otros autores, como Eça de Queiroz: «¿Quién se resistiría a matar, con solo desearlo y a cambio de inmensos beneficios, a alguien que no conoce y que vive en un lejano país?».

En estos días en los que se habla mucho de la venta de armas a Arabia Saudí, de los bombardeos sobre Yemen, me ha venido a la cabeza esta frase, no solo a mí. He leído citas similares en algunos artículos. La clave de tolerar muerto/muertos lejanos es sentirlos ajenos a nosotros para desterrar la empatía. Lo que permite a alguien cometer un atentado es, también, no sentir empatía por el otro, deshumanizarlo. Si molesta la comparación lo lamento.

No voy a hablar de Yemen. Ya se ha hablado mucho. Yo misma, en otros artículos. Voy a detenerme en algunos detalles. Por ejemplo, en el significado de las siglas ‘Jimddu’. El comienzo es fácil, es una Junta Interministerial. La clave está, además de en el secretismo, en las DDU: Defensa y Doble Uso. ¿Un camión es un arma? Probablemente no, pero se puede utilizar para transportar armas. Doble Uso.

Otro detalle que me ha traído a la memoria películas y leyendas es la palabra «bloqueo». Quizás nos gusta más que asedio, quizás no significa lo mismo. Cuando rodeaban, en el cine, una fortaleza en la que estaban los «buenos» y no se podía meter comida y el agua se terminaba y alguien rompía el bloqueo y a algún héroe se le ocurría echar aceite hirviendo sobre los asaltantes, nos poníamos del lado de los de dentro. Cuando se impide, con barcos, la entrada de medicinas, de alimentos, ¿son armas?, ¿ese bloqueo nos parece aceptable?

Y más. Resulta que España también está vendiendo armas a Israel. Resulta que en la franja de Gaza también hay problemas de suministros, de medicamentos, hay bloqueo. Pero ahora está un poco en la sombra. «Las imágenes que llegan de la zona nos horrorizan, pero en el caso de España, además nos avergüenzan: solo entre 2015 y 2017, el Gobierno español ha exportado más de 4 millones de euros en municiones, bombas, torpedos, cohetes y misiles, entre otros, a Israel. El pasado 4 de septiembre, la Secretaria de Estado de Comercio informó de que el Gobierno español no ve necesario adoptar nuevas medidas en relación a la venta de armas a Israel y que no hará cambios en su política de exportaciones».

Escucho a famosos tertulianos elevar la apuesta: ¿Es lícito vender armas a un país democrático? Hay un refrán que dice «Lo mejor es enemigo de lo bueno». No es que los refranes sean siempre acertados pero sí en este caso. Porque mientras hablamos de la maldad genérica de las armas, nos olvidamos de los tratados que se están incumpliendo, de que hubo una vez algo que se llamaba código de conductas, de cuando se hablaba de crímenes de guerra. Empecemos por lo más elemental.

* Activista de Amnistía Internacional