He tenido esta semana la suerte y el privilegio de visitar una de las empresas con alma que tenemos en Córdoba, hecha por mujeres y hombres de Córdoba, desde sus fundadores hasta el día de hoy y en la que se destila que el sentimiento y el trato hacia el cliente es lo primero, como aquel primer día que empezó su andadura como pequeña tienda de barrio y durante los 50 años que desde entonces han transcurrido. Los Supermercados Piedra, nuestros Piedra, forman parte de nuestra vida, de la geografía de nuestros barrios y por más que lleguen multinacionales y grandes empresas foráneas de la distribución, esos establecimientos que se han ido colando en cada rincón de nuestras calles y plazas, forman parte del ADN cordobés, ese que debe protegerse porque es nuestro y solo nuestro.

Al hilo de la visita al Cash&Carry Piedra que hice en la que comprobé que funciona como un cañón, conocí por quienes han hecho posible una empresa de distribución tan puntera y sobreviviendo a una competencia foránea tan feroz, muchas de las anécdotas que forman parte de nuestra historia y que resumen en buena medida una historia de 50 años que demuestra que se puede evolucionar sin perder la esencia. De cómo los clientes tenían nombre y apellido en cada tienda a como hoy además de seguir teniéndolo son cuidados con servicios de atención personales; de cómo la madre de esta saga --siempre las mujeres valientes están detrás de cada éxito-- esperaba cada día a cerrar su primera pequeña tienda hasta que una clienta ya mayor llegaba a recoger su refresco; de cómo es posible recordar la matrícula del primer furgón de frío con el que se recogía la leche fresca en Colecor a fuerza de tanto empujarle para que arrancara; de aquellas noches en vela haciendo las cestas de navidad a mano, a estos robots que hoy distribuyen y surten por enormes pistas automáticas las necesidades de cada una de las tiendas, desde lo más nimio hasta lo más complejo, con una automatización que no compite con los medios humanos, sino lo contrario, porque, para colmo, el personal es el mayor patrimonio que se declaran tener con orgullo quienes dirigen esta empresa, levantándose a las seis de la mañana cada día.

Y termino con este merecido reconocimiento: alguien dijo que cuando te das cuenta de que fuera del hormiguero no es posible sobrevivir porque existen los elefantes, la inteligencia está en decidir quedarte dentro y trabajar duro para ser la mejor hormiga del hormiguero. !Enhorabuena por estos 50 años porque sin duda lo habéis conseguido!

* Abogada