El pasado 4 de junio, Teresa Rodríguez y Antonio Maíllo presentaban la propuesta de confluencia denominada Adelante Andalucía (www.adelanteandalucia.org). Una propuesta política a la que en estas semanas se han ido sumando diversas organizaciones políticas y sociales (Podemos, Izquierda Unida, Primavera Andaluza, Izquierda Andalucista, EQUO, etcétera), y a las que se espera que se alíen otras de carácter sindical.

Adelante Andalucía no es un nuevo partido político. Se trata de una herramienta de participación ciudadana en la vida política de Andalucía, constituida por partidos de izquierdas, sindicatos, organizaciones sociales, grupos municipalistas, asociaciones vecinales y también personas individualmente. Nuestra apuesta es llegar en estos días a 50.000 apoyos, y en pocas semanas hemos recogido más de la mitad. Digamos que se trata de un nuevo sujeto, amplio y diverso, en el que caben todos y todas cuantas compartan su denominador común, que es generar el cambio que necesita y desea nuestra tierra. Su apuesta es romper con el pasado que más nos asfixia, sumar las ideas y valores heterogéneos y ricos de nuestra tierra, y emprender un nuevo diálogo entre la ciudadanía para afrontar nuestro futuro sin complejos ni cadenas, con ilusión y esperanza. El compromiso de esta propuesta lo es sólo con su gente y con el futuro de Andalucía, y sus líneas políticas las representan el feminismo, el ecologismo y el andalucismo.

Partimos de la idea de que Andalucía se merece más. Andalucía no se merece seguir subyugada por las armas clientelares propias de otras regiones del sur de Italia, toda vez que en pleno siglo veintiuno nuestros jóvenes más cualificados siguen emigrando al norte de Europa, que las estadísticas nacionales e internacionales de empleo, pobreza y desigualdad social nos siguen situando en la periferia de Europa y de España, y que nuestro modelo productivo no ha superado el lastre de la economía extractiva y de servicios precarios y temporales. Parece como si estos últimos 40 años hubieran pasado “casi” en vano. No vamos a negar algunos cambios determinantes vividos por nuestra sociedad, nuestra administración y nuestra economía. Pero esos cambios, al fin y al cabo, están marchitos, porque nos postran en retraso permanente frente a otras comunidades españolas y europeas más desarrolladas, situándonos a la cola y no a la cabeza, haciéndonos dependientes y no autónomos, sin poder disfrutar de un desarrollo propio y de futuro.

Apostamos por una tierra en la que nuestro futuro no deba estar marcado por la demanda de empleo en Alemania o Inglaterra, que acabe arrebatándonos a nuestros hijos e nietas y, con ellos, además, nuestra inversión pública en educación y conocimiento. Creemos que es posible una Andalucía que goce de una economía de transformación, que no exporte su aceite de oliva, sino que lo transforme aquí generando valor añadido en nuestros pueblos y ciudades. Estamos convencidos de que el devenir de los andaluces y andaluzas no debe depender de los estómagos agradecidos que el partido dominante en estos 40 años ha diseminado por nuestros ayuntamientos, concediendo al albur de sus propios intereses derechos en forma de prebendas, favores y subsidios.

Recoge nuestro manifiesto que esta herramienta está dirigida a la mayoría social de Andalucía. «Sabemos que somos mayoría quienes no queremos que nuestra tierra siga estando a la cabeza del paro, la desigualdad, la precariedad y la pobreza. Somos mayoría quienes no podemos seguir viendo como todo el potencial que tiene Andalucía se desaprovecha en manos de quien sólo piensa en sus propios intereses. Somos mayoría quienes no queremos seguir permitiendo que la riqueza de nuestra tierra se quede siempre en las manos de unos pocos, mientras nos vemos obligados a soportar unas condiciones de vida insostenibles. Somos mayoría quienes queremos acabar con todos los privilegios y tener servicios públicos de calidad».

En Andalucía existen personas y colectivos imprescindibles que trabajan por nuestra tierra y nuestra gente desde hace tiempo, en sus respectivos espacios políticos, sociales, sindicales, laborales o personales. Mareas ciudadanas en defensa de la educación y la sanidad. Funcionarios comprometidos y afanadas por sacar adelante los servicios públicos. Trabajadoras sociales que atienden a quienes más lo necesitan o que desarrollan proyectos de cooperación en los barrios más deprimidos. Activistas que luchan para que disfrutemos de una sociedad más justa e igualitaria, donde hombres y mujeres seamos tratados como iguales, donde los mayores puedan disfrutar de una pensión digna. Defensores de nuestro patrimonio, de nuestra cultura y de nuestros recursos naturales. Luchadoras y luchadores constantes de los derechos laborales y la dignidad entre quienes sacan adelante esta tierra.

Hete aquí la tarea principal de esta propuesta, abrir un espacio que permita a esas personas y colectivos construir una alternativa en común, con capacidad de proyectar una mirada hacia adelante de la tierra y la sociedad que queremos construir como comunidad. Hete aquí la vocación y el sentido de Adelante Andalucía.

* Parlamentario andaluz de Podemos