Síguenos en redes sociales:

El guiño

La final de Copa y unas obras que no acaban

El guirigay que se forma cada año a la hora de decidir dónde se va a disputar la Copa del Rey es un ejemplo más de que en determinados aspectos vivimos en el país de la improvisación. Eso solo sucede en España. En otras naciones, o bien el encuentro tiene sede fija en un estadio que es un icono en los templos deportivos del país, Wembley por ejemplo, o queda claro desde que se sortea la primera ronda cuál va a ser el escenario en el que se van a disputar el trofeo los dos equipos que alcancen la final. Así, además, las aficiones pueden ir marcando fechas en sus calendarios y reservando destinos. Aquí no solo está por decidir aún sino que además hay un eterno candidato, el Bernabéu, siempre en obras cuando la juega el Barça.

Pulsa para ver más contenido para ti