Hoy casi todos los cantaores y cantaoras son muy buenos pero han bebido de una escuela. Y en esto hay pocas excepciones porque no estamos en un tiempo de auténticas fusiones como quieren vendernos sino de copias cómodas y falsas incursiones a mezclas originales. Pero, aunque pocas, aún hay artistas intemporales. Y esa excepción se llama Remedios Amaya, una mujer aún joven que conserva en sus quejíos un metal primigenio y precioso que en su extrema pureza vanguardista conserva el sello del primer amanecer donde alguien cantó con musicalidad flamenca. Remedios Amaya es una reliquia viva y moderna de los primeros gitanos que juntaron en occidente las mejores melodías de oriente. Pero no solo es grande por la majestuosidad de su figura y por esa cara tan gitana que tiene o por la tragedia y alegría de su voz, sino por haber vencido a esta sociedad egoísta del consumo inmediato. Y ha ganado por el apoyo incondicional de un pueblo en su mayor parte excluido pero nunca ninguneado. Cuando siendo una chiquilla acudió al Festival de Eurovisión fue abandonada por los representantes, por las discográficas.., que siguieron también con ella esa cruel tradición que dice Eurovisión es una maldición de olvido para el que no gana. Pero a Remedios no la olvidaron los gitanos y mientras en el resto de la sociedad nadie preguntaba por ella en el mundo de los calés se fue haciendo una diosa. Y es que cuando ella aparece como una invitada más en una celebración gitana de cualquier lugar de España, se forma una revolución de niños, viejos y mozas que quieren abrazarla y mimarla como si fuera el hada de nuestra heroica historia. Un caso realmente peculiar porque Remedios, al compás de la indiferencia de los demás, sin embargo fue creando un cariño fanático entre los calés, que no son pocos, sino que forman más de un millón de españoles que pisotearon ese olvido pretendido. Y esta admiración de todo un pueblo se la ha ganado porque, como diría Lorca, la Remedios mantiene una postura mística y popular de elevada cercanía; dulce y sabia como una madre e inocente y respetuosa como una hija. Así hasta que hace unos años, primero Diego Carrasco y luego Vicente Amigo la llevaron de nuevo a un estudio de grabación y ante ese grito flamenco que estremece los cielos, esta sociedad interesada y falsa tuvo que arrodillarse ante la actual diva de Al Andalus. El día 19 de octubre miles de personas la homenajearán en Sevilla junto a un sinfín de artistas de primer orden. Allí ella verá el fruto de tanto arte y cariño regalado.H

* Abogado