Una de las cuestiones que mas sentí al dejar el gobierno municipal fue no poder continuar con el proceso de organización y modernización de los Servicios Sociales Comunitarios del Ayuntamiento de Córdoba. El pacto de quienes perdieron las elecciones impidió avanzar en ese proceso; quienes hoy gestionan el área social no han hecho propuesta alguna de mejora de estos servicios. Cuando entramos en el gobierno municipal en el año 2011 nos encontramos con unos centros de servicios sociales comunitarios con muchas carencias, tanto de personal como de medios materiales y también con déficits importantes desde el punto de vista organizativo.

Uno de los logros fue el Reglamento de Régimen Interno de los Centros de Servicios Sociales, aprobado por acuerdo de Pleno el 10 de marzo de 2015, después de un proceso de participación en el que se recogieron aportaciones del personal de las Zonas de Trabajo Social, de los sectores ciudadanos e instituciones afectadas y que, además, contó con el dictamen favorable del Consejo Social de la Ciudad.

Ese reglamento, no solo era y es una necesidad legal, sino una exigencia derivada de la propia organización de los Servicios Sociales Municipales. Sin embargo, pese a la obvio de la necesidad de este reglamento, el documento no se elaboró hasta que llegó al gobierno el PP de la mano de José Antonio Nieto. Y lo que resulta absolutamente incomprensible es que hoy no se esté aplicando.

Es una vergüenza que sean los profesionales del Centro de Servicios Sociales Comunitarios del Distrito Sur los que tengan que exigir, entre otras cuestiones, la aplicación de este reglamento. Es inadmisible que el pasado 16 de junio se produjera una grave agresión a una educadora de Servicios Sociales del Distrito Sur, cuando estaba ejerciendo su trabajo --que obligó a intervenir a seguridad privada, policía y requirió atención médica-- y siga sin aplicarse el reglamento interno de los centros.

Si realmente se apuesta por una atención social de calidad tenemos que modernizaros, hacer que cada vez se asemejen mas a servicios públicos consolidados como puedan ser la Sanidad o la Educación. ¿Se imaginan ustedes estos servicios sin reglamentos de funcionamiento en los que se determine los derechos y deberes de las personas usuarias, así como por ejemplo el régimen sancionador?

Pues parece ser que así estamos en los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Córdoba, lo que no entiendo es el por qué. Existe el reglamento en el se contemplan situaciones como las que ha sufrido la trabajadora del centro de Servicios Sociales del Distrito Sur, y se establece el régimen sancionador correspondiente, el órgano competente para tramitarlo, el procedimiento... Pero no se aplica.

Desde aquí quiero exigir al cogobierno que aplique el Reglamento de Régimen Interno de los Centros Sociales, que no condene al desamparo y al desorden permanente a los trabajadores sociales y a los usuarios. Por una cuestión de respeto a los derechos y deberes que asisten a los trabajadores y a los propios usuarios.

No es bueno ni recomendable el populismo ni la demagogia en la vida política. Pido al cogobierno que intente gestionar con rigor y seriedad los Servicios Sociales en Córdoba, que buena falta hace. Ya está bien de colas de dos meses para ser atendido en los centros, no se debería seguir despreciando el reglamento que garantiza derechos y deberes, ni tratar de tapar que nada se hace con un plan de rescate fantasma que no está ni se le espera. Córdoba merece más respeto, las personas que peor lo están pasando y quienes las atienden quieren más responsabilidad en la gestión, realidades y no medidas populistas que se anuncian para nunca cumplirlas.

* Concejala del PP en el Ayuntamiento de Córdoba