La Delegación de Cultura del Ayuntamiento de Córdoba, cuyo responsable es la socialista María del Mar Téllez Guerrero, apuesta por la "Cultura" del Maltrato Animal al ser partícipe de la Semana Cultural Taurina organizada por la página web Puerta de los Califas con el patrocinio de Cajasol y la colaboración de la Diputación.

Atrás se queda la moción aprobada con los votos del PSOE, IU y Ganemos de no apoyar actividades que impliquen maltrato animal en la ciudad de Córdoba. Tras el revuelo organizado por el torero-concejal del PP en el pleno del Ayuntamiento y el acto de intimidación provocado por los activos de la farándula taurina en la Diputación; la delegada de cultura convierte, por arte de magia, el maltrato animal en cultura cediendo gratuitamente el Museo Municipal Taurino para dicha actividad.

Dejaremos claro que los espectáculos taurinos son un ejercicio de maltrato animal legalizado. Cultura no existe en Tauromaquia sin negocio. Con dinero público se sufraga total o parcialmente la construcción, reparación y mantenimiento de las plazas de toros, las actividades que incluyen conferencias y coloquios, los certámenes y mesas redondas, exposiciones, publicaciones, festejos taurinos de diversa índole, corridas de toros, novilladas y becerradas, las escuelas taurinas y la intervención de los alumnos, las corridas de beneficencia y festivales, las retransmisiones de radio y televisión, la promoción y difusión de los festejos, las ganaderías y las dehesas, las peñas taurinas, las entradas, etcétera.

Recordar, simplemente, que en la Comunidad Autónoma de Andalucía las competencias en materia de espectáculos taurinos las tiene la Dirección General de Interior, Emergencias, y protección Civil. No las tiene ninguna delegación o la Consejería de Cultura y que la Tauromaquia se encuentra al mismo nivel del Servicio de Espectáculos Públicos y Animales de Compañía.

En la línea de todo gratis el "lobby taurino" consigue ventajas en el ámbito económico, fiscal, educativo y promocional igual que cualquier otro bien cultural del patrimonio histórico artístico.

La cultura no es algo que deba imponerse a la ciudadanía a sangre y fuego. El significado de la palabra cultura tiene muchos matices. Desde el punto de vista de la etología se refiere a costumbres y actividades o comportamientos transmitidas de una generación a otra en un grupo de animales por imitación consciente de dichos comportamientos.

La cultura no está en los genes, no se transmite por los genes, verdaderos artífices de lo que somos y hacemos. Como "organismo social", mantenemos comportamientos que nos sirven como estrategias evolutivamente estables como, por ejemplo, el altruismo. La Tauromaquia y los espectáculos taurinos desparecerán porque la sociedad del siglo XXI las rechaza en su conciencia colectiva y, por ello, no deben ser alentadas ni promocionadas ni regaladas.

* Veterinario y etólogo miembro de Avatma y EQUO