La Centuria Romana Munda, de Montilla, avanzaba lentamente al compás del sonido ronco de un atambor de guerra. No caminaba ante un paso de Semana Santa sino entre olivares, en el mismo lugar donde se enfrentaron los ejércitos de Pompeyo y César. Un sencillo monolito recuerda la efeméride, gracias a Julio Merino, que hace ya muchos años tuvo también la idea de un gran espacio cívico cultural histórico aún en proyecto. Cuando presentaba el acto y destacaba la importancia histórica de la batalla de Munda, recordé al profesor Samuel de los Santos. Nos hablaba en el instituto de aquella Córdoba romana. El acto se celebró el pasado 17 de marzo, al cumplirse 2061 años de la célebre batalla. El subdelegado del Gobierno, acompañado de los alcaldes de Castro del Río, Nueva Carteya y Espejo, señores Caravaca, Tapia y Santos, respectivamente, depositó una corona de laurel ante el monolito situado no lejos de Espejo y de Nueva Carteya. Venció el imperial Cesar frente al republicano Pompeyo. Murieron 30.000 legionarios pompeyanos y 10.000 del ejército de Cesar. Como dijo Juan José Primo Jurado, el sencillo monumento recuerda a los caídos de ambos bandos de aquella guerra civil. Estuve hace tiempo visitando Waterloo no lejos de Bruselas, lugar de la batalla que fue la ruina de Napoleón. Tres monumentos se erigieron en recuerdo de los miles de muertos. El prusiano, un obelisco con una cruz de hierro. El francés, con un águila. El holandés, una pirámide. Vencedores y vencidos unidos, descansan en paz. Eso sí que fue una justa memoria histórica.

* Periodista