Las elecciones del pasado 20 de diciembre han producido un cambio radical en el mapa político nacional que hace muy difícil la formación de gobierno. La mayoría de los medios, opinadores diversos, poderes fácticos y los otros partidos se apresuran a decir al PSOE que es lo que tiene que hacer por el bien de España, sin reconocer que cada partido tiene derecho a definir cúal sea su contribución a ese bien común, respetando la posición que a cada uno le ha otorgado el electorado.

El PSOE es singular, pues a diferencia de otros tiene unos procedimientos, quizá lentos, para tomar las decisiones importantes sin caudillismos y dando participación a los representantes electos de los militantes y sus organizaciones.

Nuestro secretario general no es un caudillo que decide lo importante sino que su función es coordinar y dirigir al PSOE. El martes 23, tras su entrevista con Rajoy, tuvo que hablar y adelantó un borrador de la propuesta de estrategia que presentará hoy. Estuvo contenido porque hasta hoy él no sabe lo que se va a decidir, aunque como dijo: "Yo soy quien marca y quien propone las líneas de los pactos...", dio un pretexto para ser criticado internamente, cuando en realidad estaba diciendo en buen español que él como "coordinador de la política y estrategia del partido" y "portavoz cualificado de la Ejecutiva" tiene el deber de diseñar con ella una propuesta de pactos que propondrá al Comité de hoy que es quién debe "definir la politica", es decir, decidir. Este modo de actuar es el previsto en los Estatutos del PSOE entre congresos, garantizando la participación de los representantes de los sufridos militantes.

Por eso resulta estridente que Pablo Iglesias, el portavoz de Podemos, se pregunte retóricamente y sin ningún respeto que "no se sabe quién manda en el PSOE", seguramente él cree que manda en su grupo en el sentido que indica la primera acepción del verbo mandar en el diccionario de la RAE: "Dicho del superior: ordenar al súbdito". Mientras lo dejen, vale, pero que no alardee de participación y democracia interna pues en estos momentos de eso no se está viendo nada. Si no, que alguien me diga en que órgano de Podemos se ha decidido algo de lo que andan diciendo él y Errejón sobre cuestiones tan delicadas como posibles pactos, líneas rojas o presidente independiente de prestigio. Aunque entiendo que resulta muy difícil decidir democrática y colectivamente entre las más de 20 formaciones políticas que forman la ola sobre la que surfea.

Diversos líderes del PSOE, hábilmente sonsacados por los medios, opinan sobre los asuntos que todavía no están decididos, como yo hago en este momento en calidad de viejo socialista, porque debe estar claro para todos que cuando hoy nuestro Comité apruebe su Resolución de estrategia política para este tiempo, todos la acataremos y defenderemos porque así lo hemos decidido.

Cada uno habla desde su particular punto de vista y con el fin de consolidar su poder regional y eso se nota en la oposición a dialogar con Podemos de Javier Fernández de Asturias sometido a la pinza PP-Podemos, o de Susana Díaz, maltratada por los podemistas que la obligaron a esperar 81 días para ser investida, mientras que Emiliano García-Page, de Castilla-La Mancha, contempla en el futuro algún tipo de diálogo con ellos.

Susana Díaz es la socialista con mayor poder de España, de lo que por obvio no debería alardear, y aunque no se sale del guión, como lo dice brillantemente con otras palabras y en mi opinión con la voluntad de marcar un terreno político propio y diferente del de Pedro Sánchez, parece a muchos que empieza a trabajar para postularse en el próximo Congreso como competidora de este, lo que es bueno por un lado, ya que prueba que en el PSOE siempre hay líderes dispuestos para la primera línea política, pero malo por otro porque debilita la posición del actual líder ante la opinión pública que inconscientemente prefiere mandones en política.

Como socialista andaluz no me gusta nada que en este momento tan delicado mi presidenta se preste a matizar demasiado su posición fuera del partido, atribuyéndose una representación que no tiene para eso y sobre todo que estuviera el pasado sábado 26 en La Sexta hablando de asuntos que los socialistas tenemos pendientes de decidir. Su obligación como militante es reforzar hoy el liderazgo nacional de Pedro Sánchez y no me parece que así lo haga .

Mientras tanto, PP y Ciudadanos inteligentemente descansan estos días navideños y esperan a hoy sin hablar mucho porque saben que insistir en su deseo de abstención del PSOE es contraproducente.

En conclusión, queda claro que el PSOE es la clave de la gobernabilidad en España y con la sabiduría que da tener 136 años, decidiremos hoy, Día de los Inocentes, lo que toca, que es no apoyar a Rajoy como nuevo presidente ni mediante abstención, y luego ya veremos lo que toca cuando toque.

En el PSOE sólo deciden los Congresos y el Comité Federal, su Comisión Ejecutiva diseña la política y el secretario general coordina y dirige. Sí, es cierto, en el PSOE no manda nadie.

* Militante socialista