No todo es caos y tensión. A pesar de los noticiarios de la frustración, entre la oscuridad del miedo y la crudeza del frío siempre hay lugar y calor para la esperanza y para el encuentro. El Real Círculo de la Amistad de Córdoba, liceo artístico y literario pero sobre todo espacio de convivencia, pone esta semana latidos de solidaridad ante la crisis humanitaria de más importancia que está viviendo Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Conferencias, exposiciones, concierto de piano y una gala benéfica para sensibilizar y ayudar ante la crisis de los refugiados sirios. Más de 4 millones de personas que huyendo del yihadismo terrorista y de la guerra civil, más del cincuenta por ciento mujeres y niños, gritan a nuestras conciencias y reclaman nuestra solidaridad ante una Europa insolidaria. Téngase presente que Líbano ha acogido a más de 1,2 millones que suponen más del 20% de su población, Jordania a 650.000 personas casi el 10% de su población o Turquía a casi 2 millones de sirios, mientras Europa no se pone de acuerdo en cómo acoger a 120.000 personas que suponen el 0,11% de sus habitantes.

Personas que a las puertas de nuestras sociedades avanzadas también demandan que se cumpla el Estado de Derecho consagrado en el Convenio de Ginebra de 1951, la Carta Europea de Derechos Fundamentales, la Declaración Universal de Derechos Humanos además del cumplimiento de las leyes de protección vigentes en nuestros territorios de seguridad y bienestar. Hoy que tanto proclamamos la defensa del Estado de Derecho, también lo es cumplir con las normas de convivencia que están vigentes en nuestros países, aunque la complicidad de los Estados europeos está llevando a una espiral insostenible de reproches y falta de los consensos mínimos necesarios que, paradójicamente, sí se alcanzaron, para salvar a los bancos prestamistas de la deuda griega. No podemos traspasar la línea roja del respeto a la dignidad del ser humano en una situación de emergencia.

Jornadas para la reflexión profunda, para el análisis serio; una mirada a los retos que nos plantea esta situación en todos los ámbitos, tanto políticos y de seguridad, como económicos y culturales, que ha conmovido nuestra conciencias y comprometido nuestras certezas. La reflexión sigue acompañada de una respuesta implicada de ayuda efectiva que se materializa a través de una gala solidaria y un concierto benéfico, a través de una iniciativa del Círculo de la Amistad que se abre a toda la sociedad y a todos los colectivos y canaliza una mareada de solidaridad y compromiso, acompañada de gestos solidarios ante el drama humano de quienes siguen buscando posada, caminantes errantes por los senderos de la historia, transeúntes que nuestras sociedades opulentas rechazan con excusas de todo tipo. Formación, compasión e indignación son los tres ingredientes para afrontar este desafío.

Anima estas jornadas con tu presencia, toma partido, sé tu el cambio que quieres en el mundo.

* Abogado