Ante los malos tiempos, fruto de la escasez y las políticas que azotan España últimamente, tras la aprobación de leyes insolidarias y la adopción de decisiones políticas limitativas de derechos fundamentales, como la asistencia sanitaria a inmigrantes indocumentados o las impopulares políticas del control de entrada de inmigrantes, CCOO hace una llamada a la responsabilidad democrática para recuperar los valores de libertad e igualdad que han de cimentar la convivencia, único modo de impedir el crecimiento de tendencias xenófobas que ponen en riesgo la cohesión social. Por ello, hay que estar alerta frente a los vientos de xenofobia y racismo que ya soplan, si queremos construir un país rico y unido social, económica y democráticamente. Necesitamos reflexionar sobre qué modelo de sociedad estamos construyendo. Desde CCOO venimos advirtiendo hace tiempo que luchar por la plena equiparación de derechos entre extranjeros y autóctonos es luchar por los derechos y libertades del conjunto de los trabajadores. Lamentablemente, el tiempo nos da la razón, porque no se ha avanzado en la equiparación social y laboral de los inmigrantes de fuera de la UE y, además, al amparo de la crisis se imponen opciones populistas y xenófobas en la agenda política para restringir derechos de minorías y frenar la llegada de foráneos, vulnerando las libertades individuales y derechos fundamentales. Con ello, se traerá una España más suspicaz, desconfiada e insolidaria que, a su vez, facilitará el crecimiento de grupos de tinte xenófobo y antidemocrático. La actitud del Gobierno, ubicando cuchillas en las vallas de Ceuta y Melilla, cuyo único objetivo es herir y causar daño a los que buscan pasar la frontera, y con la reciente muerte de 15 personas que intentaban ganar la orilla, indica la hipocresía de no querer afrontar el drama de quienes están obligados a huir de los gravísimos problemas que asolan a sus países. Para colmo, el Ejecutivo del PP anula el derecho a la asistencia sanitaria a los extranjeros que no tengan permiso de residencia y a los españoles que emigren y no consigan un trabajo en 90 días. Eso es socavar el carácter universal del derecho a la salud. La emigración y la inmigración son dos caras de la misma moneda y obedecen a las mismas causas: la búsqueda de trabajo. Es una emigración de carácter económico, como consecuencia de los efectos de la crisis y de la falta de expectativas provocada por las políticas de austeridad. Los españoles se marchan no para hacer turismo, como dice el Gobierno intentando enmascarar la realidad de una fuga masiva en busca de empleo a otros países, ya que la gente no ve la salida del túnel de la crisis. Es una emigración pura y dura provocada por sus políticas de austeridad y de recortes; son trabajadores y trabajadoras de España y que pueden estar sufriendo las mismas discriminaciones que los inmigrantes cuando llegaron a este país en busca de la misma meta: el derecho a vivir y dejar vivir en paz y de forma digna.

* Secretario de Política Social y

Migraciones