El día 7 de octubre, coincidiendo con la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, la Hermandad Obrera de Acción Católica de Córdoba (HOAC) se ha reunido en Asamblea Diocesana con el objetivo de seguir planteándonos, una vez más, ¿qué le pasa a nuestro mundo obrero y del trabajo? ¿En qué se concreta su empobrecimiento y deshumanización? ¿Qué vamos a hacer para evangelizar esa situación? ¿Y cómo hacerlo en comunión con el conjunto de la Iglesia diocesana?; responder a esas cuestiones, nos hemos dicho, supondrá participar personal y colectivamente en generar procesos de cambio cultural, de romper la normalidad de cómo se entienden los problemas, de indignación, de experiencias visibles de lo que anunciamos, de formas alternativas de hacer y vivir; supondrá vivir, tratando en todo momento de aportar rasgos de esperanza y de liberación: los que nosotros encontramos viviendo al estilo de Jesús de Nazaret, tratando de que a través nuestro y de nuestra vivencia comunitaria, podamos hacer creíble para todos que Dios está de parte de los últimos.

En tan significativa fecha también hemos reflexionado lo que nos dice Doctrina Social de la Iglesia en la encíclica Caritas in Veritate sobre el trabajo decente:

"...Es un trabajo que, en cualquier sociedad, sea expresión de la dignidad esencial de todo hombre o mujer: un trabajo libremente elegido, que asocie efectivamente a los trabajadores, hombres y mujeres, al desarrollo de su comunidad; un trabajo que, de este modo, haga que los trabajadores sean respetados, evitando toda discriminación; un trabajo que permita satisfacer las necesidades de las familias y escolarizar a los hijos sin que se vean obligados a trabajar; un trabajo que consienta a los trabajadores organizarse libremente y hacer oír su voz; un trabajo que deje espacio para reencontrarse adecuadamente con las propias raíces en el ámbito personal, familiar y espiritual; un trabajo que asegure una condición digna a los trabajadores que llegan a la jubilación".

Nada más lejos de la realidad: la crisis económica creada por la avaricia de unos pocos está sirviendo de excusa para destruir los avances en aquel sentido, que tantas luchas, esfuerzo y sangre costó a los trabajadores y trabajadoras. Y más: se va imponiendo una lógica cada vez más "normal" de comprender y aceptar el trabajo precario para huir de la terrible realidad del desempleo. También se ve como normal y consustancial al trabajo que perdamos la salud y la vida por el hecho de trabajar. Nada más lejos del trabajo decente.

Por nuestra parte, nos hemos reafirmado en nuestro compromiso con la población trabajadora que no tiene ninguna culpa de la crisis que está soportando, pagando y sufriendo en forma de congelaciones salariales, despidos, políticas de austeridad y recortes sociales, paro y reformas laborales "agresivas". De ahí que, desde nuestra identidad, nos hayamos unido en un momento de nuestra Asamblea a la manifestación convocada por la Plataforma de Organizaciones Sociales de Córdoba en demanda de la creación de empleo y en contra del desmantelamiento del sistema de protección social y que ya hayamos empezado a impulsar en comunión con toda la Hoac de Andalucía la campaña la Persona es lo Primero.

En conclusión, la Asamblea ha supuesto para todos los militantes de la HOAC, una valiosa experiencia cargada de momentos reflexivos y de oración que renuevan nuestro compromiso con los últimos y nuestra convicción de que la respuesta a tanta injusta sinrazón pasa por plantar el evangelio y hacer realidad el Reino.

* Presidenta HOAC de Córdoba