pENSEÑANZA

nGracias,

Madres Escolapias N

***Conferencia de Religiosos

***Córdoba

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Unimos nuestros sentimientos a los de tantos cordobeses. Córdoba entera tiene que agradeceros esos noventa años sirviendo a la Diócesis en una de las tareas más importantes y delicadas: la formación cristiana y educación integral de niños, adolescentes y jóvenes, alumnos del Colegio de San Rafael. Familias enteras, hasta de cuatro generaciones, han pasado por vuestras manos. Manos y corazones de Escolapias que han entregado sus vidas en este trabajo.

Años primeros, de educar con dificultades de espacios estrechos, en la calle Amador de los Ríos, durante la primera mitad; y, desde 1970, en el cómodo, alegre, bonito colegio de la barriada de la Fuensanta en la calle Peñas Cordobesas, una preciosidad de colegio que habéis atendido y mimado con vuestro esmero y cariño. Según vuestro testimonio, colegio privilegiado y preferido por vuestra Congregación, precisamente por estar enclavado en una barriada sencilla, y dedicado a las clases populares. Este entorno hoy os siente "suyas" porque habéis sabido vivir cercanas y entregadas a todos. Muy presente queda en la zona Madre Paula Montal... Gracias por las vidas de vuestras religiosas gastadas en esta bella tarea. Habéis educado en cristiano; habéis dado a Jesús. Habéis preparado a vuestros alumnos para la vida, con apertura a la trascendencia y al compromiso cristiano.

Gracias por vuestra entrega de corazón, por tanto amor, por tanto esfuerzo, incluso económico, del que no queréis retribución, porque, como vosotras decís, todo lo habéis dado por el bien de vuestros alumnos que han podido aprovecharse, y para ellos ha sido. Gracias, también, por el testimonio que nos dais con vuestra actitud de generosidad, desinterés, con vuestra alegría --aunque mezclada con lágrimas-- con vuestra disponibilidad y mirada de fe, por vuestro entregaros a fondo perdido y vuestra disposición a comenzar de nuevo. Es una lección para todos de esa rica pedagogía escolapia que tenéis como vocación y carisma.

pAGRADECIMIENTO

nA mi madre, el ser más maravilloso N

***Eva Jiménez Pérez

***Córdoba

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Hace cinco años y siete meses un ictus cerebral a mi madre le dio. Y durante este tiempo, mi marido, cuñado, hermana y la que escribiendo esto está, siempre a su lado hemos sabido estar.

Los últimos siete meses el bichito , maldita enfermedad, consiguió que ya no pudiera luchar.

Las gracias quiero dar a mi marido por ser un yerno ejemplar, que siempre con cariño a mi madre supo tratar, y gracias a mi hermana que durante la enfermedad nos supo consolar y a cualquier hora con ella contar. A mi cuñado por no poder con mi hermana estar y hacerse cargo de mis sobrinos con mucha dignidad.

Gracias mamá por sabernos guiar. Te queremos.