El Programa Erasmus, un programa de becas destinado a facilitar la movilidad de los estudiantes universitarios europeos, ha cumplido 25 años, en los que cerca de 3 millones de alumnos han podido cursar estudios en una institución superior o hacer un periodo de prácticas en una empresa fuera de su país. Con sus luces y sus sombras, la iniciativa goza de buena salud, y su dotación presupuestaria se incrementará un 70% en la partida destinada a los cuatro próximos años. España es el país que más ha utilizado este recurso de la UE, como receptor y como emisor: en el curso 2010-2011, el último del que hay un recuento oficial, España envió a distintos países europeos a un total de 31.427 alumnos. Por lo que se refiere a nuestra provincia, actualmente hay 761 alumnos cordobeses disfrutando de una beca Erasmus en el extranjero y 550 estudiantes europeos aprovechan esta oportunidad en la Universidad de Córdoba. El impulsor de este programa, el exvicepresidente de la Comisión Europea Manuel Marín, rechazaba ayer esa asociación que se hace entre los erasmus y las juergas estudiantiles, aunque también reclamaba que se exigiera un mayor rendimiento a los beneficiarios de estas ayudas, que, aunque insuficientes, están cumpliendo su objetivo de abrir perspectivas, mejorar en los idiomas y crear lazos culturales entre los jóvenes de los países de la Unión Europea. Si la educación no es un gasto, sino una inversión, conviene mejorar el engranaje del Programa Erasmus, pero sin dejar de potenciarlo.