No sé qué habremos hecho los cordobeses para merecer esto. Parecía que ya estábamos curados de espantos cuando nos llega una prueba más de la insensibilidad municipal. Reunido el Consejo Rector de Urbanismo --hay que ver qué solemne suena-- ha decidido cargarse uno de los símbolos culturales de Córdoba: las Caballerizas Reales.

No voy a entrar en laberintos jurídicos. Ni en el estudio de ordenanzas municipales que, en cualquier caso, se pueden modificar. Me atengo al hecho: esas caballerizas a las que dieron vida los caballos desde Julio César, en las que Felipe II localizó el centro de la pura raza española con el encargo de fijarla a don Diego López de Haro, van a quedar sin caballos porque nuestro Ayuntamiento ha decidido desahuciarlos. Piensa llevárselos al zoológico, como los monos.

Ignacio Fernández de Mesa, presidente de Asaja, ha puesto el dedo en la llaga al afirmar que en Caballerizas "no se debe estar permanentemente viendo piedras". Pues claro que no, pero para eso quedarán. Serán un edificio fósil, vaciado de la vida que le daban los caballos, fin último para el que fue creado.

La pura raza española se ha venido depurando hasta conseguir, por su belleza y funcionalidad, alcanzar los primeros puestos en dressage , es decir, en doma clásica. Y hoy el caballo Fuego XII , de la ganadería "Estirpe Cárdenas" y su jinete Juan Manuel Muñoz son conocidos en todos los ámbitos ecuestres del mundo. Ha sido una ascensión imparable de la raza culminada en 2010 en los JJOO de Pekín y en los Juegos Ecuestres Mundiales de Kentucky. El caballo español está de moda y su centro, su referente desde el Renacimiento, siempre ha sido Córdoba.

Y se equivoca quien crea que lo ecuestre y la conservación de las razas equinas es algo elitista, reservado sólo para señoritos desocupados. Ahí va una anécdota inédita. Allá por los setenta, quiso Fidel Castro un caballo español puro para mejorar los encastes en Cuba y, tras informarse concienzudamente, acabó en Córdoba su embajador comprando el Jerez , de la yeguada de Enrique Lovera. Por razones que no son del caso, fui testigo de cómo el diplomático cubano dejó varias veces la reunión del trato "para consultar al Comandante" sobre el alto precio a pagar. Acabaron comprando.

Pero el Ayuntamiento se carga Caballerizas. Ha desechado hasta la última alegación de Córdoba Ecuestre. Parece que las cuadras pueden molestar a algunos vecinos. Como si no hubiese medios sobrados para mantener limpias y sin olores unas caballerizas. Pero, qué le vamos a hacer, hoy prima más mirar de reojo un puñado de votos que cualquier otra consideración.

La cultura no radica sólo en las artes y las letras. La cultura, según una precisa definición de la Academia, es el conjunto de las manifestaciones en que se expresa la vida tradicional de un pueblo.

Trasladó el Ejército a Ecija la Remonta y los cordobeses permanecimos impávidos. Llevamos años en un interminable tira y afloja con la presencia de caballos en Caballerizas, su sitio natural, y ahora queremos, contra todas las corrientes modernas que tienden a revitalizar los edificios históricos, acartonar este monumento. Y, encima, nos desvivimos por la Capitalidad Cultural en 2016. A fuerza de pegatinas será, porque con actuaciones como ésta...

En cuanto a efectos electorales, las molestias de Caballerizas podrían llegar a algunos cordobeses. Votar, votamos todos.

*Pintor y escritor