Diario Córdoba

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Al margen

'La zona de interés'

Película sobre el horror de Auschwitz, a través del retrato de la cotidianeidad de una familia alemana

Un fotograma de la película 'La zona de interés'. CÓRDOBA

Clase magistral sobre el uso del fuera de campo. Filme sobre el horror de Auschwitz, sin caer en la tentación de mostrar el campo de exterminio nazi. El director británico Jonathan Glazer, que representa a Reino Unido con esta producción en los Oscar, adapta la obra literaria de su compatriota Martin Amis (1949-2023), para retratar la cotidianeidad de una familia alemana -la del comandante Rudolf Höss- que habita una construcción anexa al campo de concentración que hoy visitan muchos como turistas. La zona de confort de esta familia cuenta con todo lo necesario como para dejar al margen el espanto; sin embargo, hay ciertos atisbos de lo que sucede al otro lado del muro. Es inevitable cierto olor procedente de las cámaras de gas, algún grito o estrépito de armas que perturban la paz del chalet... y del espectador.

Todo, absolutamente todo, se banaliza en dicho recinto, incluso está diseñado para cubrir las necesidades y lujos de la familia (jardín y piscina no faltan) que vive, aparentemente como si nada, inmersos en su mundo y donde, salvo cuando el padre se viste con el uniforme, nada parece lo que es. La banalidad del mal, según Hannah Arendt.

No obstante, hay algún invitado (concretamente la suegra del comandante) que no soporta lo que se cuela por los intersticios de la supuesta e idílica vida familiar de su hija, así como los inquietantes sueños en blanco y negro solarizado, filmados con cámaras de visión nocturna. El filme contiene, además de un interés por el estilo radical de la propuesta - basta con observar los largos fundidos a negro, y a rojo en forma de metáfora, o el plano inaugural en que unos bañistas posan y se mueven ante la cámara impertérrita a modo de estampa bucólica en un lugar de ensueño-, unas interpretaciones a tener en cuenta, como las que componen Christian Friedel y Sandra Hüller, en un papel muy diferente al de Anatomía de una caída. La música que Mica Levi ha compuesto para la banda sonora golpea con precisión cuando menos te lo esperas. Al igual que esta perturbadora y recomendable cinta.

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