¿Qué le interesaba de la figura de Karen Blixen? 

Siempre me han gustado sus novelas. En Dinamarca es una leyenda, un personaje que parecía actuar en eterna performance, pero cuando descubrí la novela de Thorkild Bjørnig en la que contaba el extraño vínculo que mantuvo con ella, me di cuenta de que todavía era una mujer mucho más poliédrica detrás de esa máscara de apariencias que se había creado. 

En la película, Karen Blixen tiene más de sesenta años, está afectada por la sífilis que contrajo en África y se muestra muy manipuladora con todo su círculo de confianza

Ella no podía tener relaciones sexuales, lo que la frustraba enormemente. Cuando conoció al apuesto Thorkild vio en él a un joven con talento, pero también sintió el deseo. Como no podía tenerlo, lo introdujo en su mundo y lo incitó para que tuviera aventuras fuera de su matrimonio. Creo que era una forma de vivir su sexualidad a través de él. 

El título de la novela de Bjørning y de su película se refiere a una especie de pacto demoníaco

Es lo que decía Karen Blixen, que había hecho un pacto con el diablo y que este le prometió que todo lo que experimentara se convertiría en novela. Por eso tenía la necesidad de que pasaran cosas constantemente a su alrededor. 

Se la llega a calificar como bruja

Al parecer a ella no le molestaba este calificativo. Incluso se disfrazaba así cuando daba fiestas en su casa. El problema es que no se dio cuenta de hasta dónde podían afectar sus acciones, razón por la que perdió la confianza de mucha gente que la rodeaba. 

En 'El pacto', Karen Blixen afirma que, si no se tienen experiencias en la vida, no se puede llegar a ser un buen creador. ¿Está usted de acuerdo con esta afirmación?

Depende. Por ejemplo, Igmar Bergman era un torturado y en consecuencia su cine era una constante autoflagelación. Creo que cada creador tiene su forma de acercarse al arte, puede ser una forma de expresión, pero también un elemento dañino y devastador. 

En 1987 ganó la Palma de Oro y el Oscar a la mejor película internacional con 'Pelle el conquistador'. ¿Marcó de alguna manera este éxito su carrera?

De pronto me convertí en un director internacional y me llovieron muchas ofertas de Hollywood. Yo quería hacer películas ambiciosas, pero Hollywood no me interesaba, me parecía demasiado superficial. Me da mucha pena que muchos directores europeos hayan sido fagocitados por la industria norteamericana. 

¿Cómo ve el panorama después de la pandemia? 

Evidentemente la pandemia ha hecho mucho daño al cine y fue una oportunidad para que las plataformas de streaming se hicieran con el mercado. Pero soy optimista y pienso que la situación remontará, que la gente volverá a las salas. 

Uno de sus próximos proyectos es precisamente la adaptación de una novela de Karen Blixen para Netflix

Yo creo que Netflix y otras plataformas sí están interesadas en hacer cine de autor. A los grandes estudios de Hollywood solo les interesa hacer cine de superhéroes. Y aquí hay todavía espacio para la calidad. Sinceramente creo que son el futuro como productores y si se puede alternar con la exhibición en salas, sería una perfecta combinación.