«Un pedacito de España en Nueva York». Así definen los chefs José Andrés y Albert Adrià su gran proyecto, Mercado Little Spain, un enorme espacio culinario de más de 3.000 metros cuadrados con el que soñaban junto con Ferrán Adrià desde hace más de 30 años y que por fin abrió sus puertas el pasado viernes.

Más de 41 millones de dólares se han invertido en Mercado Little Spain, en el que trabajarán 400 empleados para ofrecer churros, anchoas, pan con tomate, jamón ibérico, paellas, cochinillo asado, callos, empanadas, gazpacho, tarta de Santiago, natillas, arroz con leche y un largo etcétera de platos con los que han querido representar la gran variedad gastronómica del país.

«Aquí verás a muchos cocineros españoles, de estrellas Michelín y de los más populares», dijo en la apertura José Andrés, que destacó la importancia que también se le ha dado en el proyecto a la gran calidad de los productos, algunos de los cuales se traerán directamente desde España. Pretenden así proyectar una imagen fiel de la gastronomía del país, lejos de la percepción distorsionada que ha llegado hasta el público general en el extranjero. «Hay ciertas imágenes contra las que no puedes luchar, sean reales o las falsas», explica el chef asturiano, que regenta varios restaurantes en Washington y que destaca que la autenticidad se consigue «haciendo las cosas bien, poniendo una tortilla de patata y que sea algo honesto». El estreno de los Adrià en EEUU y el de Andrés en Nueva York con Mercado Little Spain es un homenaje al «corazón del mercado español».