Begoña Escribano es la nueva vicerrectora de Personal Docente e Investigador de la UCO y tiene claro su objetivo: estar entre los mejores en investigación y docencia.

-¿Qué supone para usted este nombramiento?

-Pues una enorme responsabilidad puesto que ya no se trata de estar en la retaguardia esperando que alguien tome decisiones por ti, ahora el compromiso es mío y tendré que asumir las consecuencias de mis actos. Aprovecho estas líneas para agradecer al rector su confianza y a Isaac Túnez, el anterior vicerrector y ahora secretario general de Investigación, Desarrollo e Innovación en Salud, su apuesta por mí.

-¿A qué nivel se encuentran los docentes investigadores de la UCO?

-Estamos a un muy buen nivel y nos encontramos entre las mejores universidades en capital humano en Personal Docente e Investigador (PDI) y en Personal de Administración y Servicios (PAS), apostando por una docencia, investigación y transferencia de calidad. Ello no significa que nos detengamos sino que vamos a seguir trabajando para formar parte de los mejores.

-El dimensionamiento de la plantilla es una cuestión que se viene arrastrando desde los años de crisis y las tasas de reposición. En la actualidad, ¿cuáles son las carencias más inmediatas en lo que al personal PDI se refiere?

-Nos vamos recuperando poco a poco de estos años de crisis que supusieron el estancamiento de la población universitaria. En cuanto al PDI, el incremento de la tasa de reposición en las sucesivas leyes de presupuestos del Estado ha permitido la promoción vertical del profesorado que había realizado sus tareas obteniendo la acreditación que les capacitaba para ello. También la Junta de Andalucía ha permitido con su política de contrataciones por causas sobrevenidas urgentes e inaplazables, la entrada de profesorado fuera de la tasa de reposición, en los niveles basales de la profesión universitaria y, la promoción del mismo gracias al convenio colectivo del PDI de las universidades andaluzas. Todavía queda mucho por hacer porque la UCO es una institución inquieta que apuesta por nuevas titulaciones y estudios de másteres novedosos y cruciales para la formación de posgrado, y ello necesita de profesionales convencidos, competentes y preparados en la labor del día a día.

-El relevo generacional es otra cuestión que afecta al PDI.

-Ese relevo se está abordando con la entrada de nuevo profesorado a través de la política de contrataciones por causas sobrevenidas urgentes e inaplazables de la Junta, como he mencionado. Para ello, se ha permitido que becarios y contratados de investigación puedan asumir tareas docentes que les ayuden en su formación y los preparen para un futuro docente y se les ha permitido ingresar en el curso de experto en docencia universitaria, ambas labores son exigidas por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca), para obtener la acreditación de profesor ayudante doctor que les dará paso a los concursos de la Universidad para cubrir necesidades docentes.

-¿Cree que el PDI encuentra suficientes alicientes para embarcarse en una carrera investigadora?

-Creo que el PDI está convencido de la importancia de la docencia para la formación de los jóvenes y de lo imprescindible de la investigación y transferencia para el presente y futuro de un país. Esos son sus alicientes. La profesión universitaria no es fácil, es una carrera de fondo en la que siempre tienes que estar demostrando tu valía. No se nos regala nada, todo hay que ganárselo a base de esfuerzo, dedicación y muchas horas de trabajo. El currículo tiene que estar continuamente actualizándose para poder progresar. En ese sentido, creo que no nos sentimos bien considerados por las Administraciones, pero a pesar de ello sobrevivimos y seguimos caminando, con gran éxito, por cierto, en la investigación-transferencia y ofertando títulos nuevos en docencia.

-¿Qué valoración hace de las medidas urgentes adoptadas por el Gobierno para dar estabilidad a la plantilla de investigadores y fomentar la carrera investigadora?

-Estoy todavía en la etapa de valoración y análisis del decreto de medidas urgentes. Toca a las universidades a las que dice que las dotará del personal mínimamente necesario para mejorar el desarrollo de su investigación adoptando, además, medidas pertinentes para la tasa de reposición en este ámbito. No obstante, soy extremadamente cauta en la interpretación de si estas medidas urgentes que propone serán las que esperamos para la estabilidad y el fomento de la actividad investigadora. Prefiero esperar al análisis exhaustivo que están haciendo los gerentes de las universidades y los vicerrectores de Investigación y Transferencia.