«En zapatillas de casa y descargando aceitunas a oscuras, por la noche». Así encontró la Guardia Civil al dueño del punto de venta cómplice de los robos de aceituna tras seguir el rastro de cuatro furgonetas sospechosas por una carretera de Sevilla. Intentaron huir pero no lograron su objetivo en una noche muy animada que acabó con 9 detenidos, una persona fugada y 13 toneladas de mercancía recuperada para su dueño legítimo, un agricultor de Puente Genil.

Esa noche culminaba una intensa investigación que además de las detenciones permitió a los equipos Roca averiguar el modus operandi de los ladrones. La red llevaba a cabo una vigilancia exhaustiva previa de las fincas que iban a ser objeto de robo o hurto para conocer los horarios y costumbres de los dueños y proceder al robo en plena noche. «Les da igual que haya luna llena o que llueva, llevan faros halógenos y luces led en la cabeza, colchones, sacos, fardos y varas con las que varean la aceituna iluminando los olivos con los faros de las furgonetas de gran capacidad, donde han cargado desde 1.500 kilos a 2 toneladas de aceitunas». Así describió el capitán Albornoz la forma en que actuaba esta red criminal, cuyos robos masivos podían llegar a destrozar la previsión de campaña de cualquier agricultor al sustraer de un golpe una parte sustancial de las aceitunas de su explotación. En este caso, perpetrado por una familia rumana afincada en tres localidades distintas de Córdoba, Sevilla y Badajoz, participaban hombres, mujeres y hasta niños compinchados con ciudadanos españoles para dar salida a todo lo que iban robando.

Los equipos Roca de Córdoba trabajan en este momento en las campañas de aceituna, naranja y piña, que no han hecho más que empezar, y su actuación ya ha dado resultados.