El equipo de gobierno respira tranquilo. El puente de El Arenal es seguro y la reparación que necesita no es urgente y, con toda probabilidad, será menos costosa de lo esperado. Pero todo no acaba aquí. Además del seguimiento del puente y de la puesta en servicio de los dos carriles que aún están cerrados, quedan actuaciones pendientes. El objetivo inmediato es trabajar en un plan de mantenimiento del puente, según explicó la responsable de Infraestructuras del Ayuntamiento, Laura Ruiz. "Después --añadió--, los técnicos dirán qué momento es el más adecuado" para repararlo. En los próximos días el Ayuntamiento establecerá el calendario de actuaciones para sustituir los elementos necesarios, pero "ya no con urgencia", para lo que hará falta, además de seguir las recomendaciones técnicas, contactar con la Confederación Hidrográfica.

Según Ruiz, habrá que sustituir uno de los apayos de neopreno, ya que "aunque no ha perdido funcionalidad, se ha quemado en parte". En cuanto a los demás elementos, "parece que están bien y que no hace falta cambiarlos", señaló.

A partir de ahora, el puente va a ser mirado con lupa. El ingeniero que está dirigiendo las pruebas, Francisco Javier Cienfuegos, señaló ayer que se continuará observando para ver si presenta alguna anomalía. Por tanto, los cálculos numéricos, los informes y todo el protocolo necesario seguirá en los próximos días. Tras el análisis de los daños llevado a cabo, su conclusión es que en el puente "no hay nada que sea limitativo", por lo que lo peor ha quedado descartado, de ahí su apertura. Su recomendación es que se reparen los hormigones dañados, que se han reventado en varios puntos, "y para ello no hay que esperar mucho". Además, hay que reponer la protección de las barras, recomendable antes de que lleguen las lluvias, y el aceite quemado. Sin embargo, y a su juicio, lo más importante ahora es la observación.

Lo que le ha ocurrido al puente lo explicaba muy gráficamente el jueves durante las pruebas de carga su coautor, Julio Martínez Calzón, que se desplazó hasta Córdoba para presenciarlas. "Este Ferrari ha perdido aire en una de sus ruedas y hay que reponer el aire, pero está bien". El ingeniero calificó este puente como una "obra modélica en mi carrera y quiero que se recupere su imagen de belleza lo más posible".