La alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio, y el presidente del Imtur y concejal de Turismo, Pedro García, coincidieron ayer en distintas convocatorias de prensa en cuestionar los datos sobre turismo publicados el miércoles por el Instituto de Estadística de Andalucía de la Junta, que señalaban un descenso del 1,2% en el número de visitas registradas en el 2018. Ambrosio, más suave en sus declaraciones, recordó que en su etapa como presidenta del grupo de ciudades patrimonio se estableció un barómetro sobre las visitas en las 15 ciudades patrimonio de la humanidad y anunció que este instrumento «se está adaptando al Instituto Municipal de Turismo». La idea es que sirva para ofrecer «cifras más exactas» porque «no todo el que viene a Córdoba se aloja en los establecimientos que pasan por las encuestas». Según la alcaldesa, «hemos hecho una apuesta importante en Fitur por un turismo de calidad vinculado a la fuerza cultural y patrimonial» y recalcó que «esa será la línea de trabajo de los próximos años, ya que tenemos elementos diferenciadores respecto a otros destinos en cuanto a calidad y se trata de seguir aumentando el número de pernoctaciones».

Cabe destacar que, a diferencia de las cifras del Instituto Nacional de Estadística, que solo hace balance de las pernoctaciones en hoteles y establecimientos extrahoteleros, las del IEA también incluye las que se producen en alojamientos de alquiler como los apartamentos turísticos. Pese a ello, Pedro García, más rotundo, se descolgó asegurando que «los datos de la Junta son mentira». A falta de datos objetivos sobre los que sustentar su afirmación, aludió a que «si en Córdoba hay más plazas hoteleras, más apartamentos turísticos y han aumentado las visitas a la Mezquita es porque han venido más turistas». Ante este panorama, se sumó al anuncio de la alcaldesa sobre la creación de un observatorio de visitas turísticas en el Imtur, lo que permitiría contar con datos propios con los que contrastar los de otras fuentes oficiales.

CUÁNDO // Respecto al horizonte temporal para la puesta en marcha del nuevo Observatorio de Turismo, que exigiría contar con expertos en la medición de los flujos turísticos, Pedro García aventuró que podría empezar a funcionar «en el plazo de año o año y medio», si bien de momento tampoco está resuelta la cuestión de cómo se llevará a cabo la contratación del personal especializado que requeriría un instrumento de estas características. Todo ello pese a que las arcas municipales están a rebosar, con una cifra récord de 119 millones sin gastar, una realidad que el primer teniente de alcalde y concejal de Turismo achacó a la ley de contratos y al excesivo peso de burocracia establecido por las leyes actuales, que generan importantes demoras en la gestión.

García quiso dejar claro que el Ayuntamiento de Córdoba no es una excepción y que la asfixia que supone esta ley está generando el mismo problema en otras ciudades, aunque no especificó otros casos similares. Por último, consideró que, en cualquier caso, «tener dinero para gastar es una buena noticia».