Los centros y clínicas de medicina estética de la provincia de Córdoba, que cuentan en sus plantillas con facultativos especializados en esta materia, se han duplicado en la última década, debido a que la población cada vez demanda más estas prestaciones, afirma la presidenta de la Asociación Colegial de Medicina Estética de Córdoba (Acmecor), Paloma Ojel. Ojel apunta que en la provincia hay registrados unos 32 centros de este tipo, teniendo en cuenta solo los legales y en los que ejercen médicos, ya que el intrusismo que existe en este ámbito es muy elevado.

La presidenta de Acmecor indica que esta asociación no posee datos provinciales de cuánto facturan los centros de medicina estética, pero estima que el nivel de negocio de los mismos se ha incrementado muchísimo, de forma paralela a la apertura de más clínicas y al crecimiento de actividad de las mismas. Y esto se explica porque cada vez hay más personas interesadas en cuidar su estética, no solo para mejorar su aspecto físico, sino con carácter preventivo, para descartar posibles patologías de la piel o para corregir problemas derivados de dolencias que deterioran la imagen exterior. Según la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME), en los últimos 5 años han aumentado un 8% los pacientes que piden estos tratamientos y también la facturación.

Por otro lado, la mayor esperanza de vida también está influyendo en que crezca la clientela de las clínicas de medicina estética. «Tenemos que envejecer, pero, si podemos hacerlo de la mejor manera posible, mucho mejor. También ha crecido mucho la demanda de tratamientos estéticos por parte de personas que sufren enfermedades, como el cáncer», apunta Paloma Ojel.

Las cordobesas, al igual que las andaluzas, acuden de media a las consultas de medicina estética a partir de los 28-30 años, aunque también desde antes. Y los cordobeses lo hacen de media una década después, a partir de los 38-40 años. «Los hombres demandan similares tratamientos de estética que las mujeres: corregir las arrugas de expresión o eliminar el aspecto cansado de los ojos. Aunque a ellos les afecta y les preocupa más la alopecia (caída del cabello)», precisa esta especialista. Los tratamientos estéticos más requeridos son los faciales mínimamente invasivos, para frenar la flacidez y las arrugas de gesticulación, rellenar labios, dar volumen al tercio medio de la cara o eliminar manchas con láser. Y, en el cuerpo, la depilación láser o suprimir flacidez, celulitis o varices. En el ámbito de la cirugía plástica, el aumento de mama, la blefaroplastia (eliminar las bolsas de los ojos) y las liposucciones (suprimir grasa subcutánea).

La presidenta de esta asociación expone que, aunque la primavera tradicionalmente es la estación con más demanda de este tipo de tratamientos, ahora ya las peticiones se realizan todo el año. «En primavera, con lo que llamamos la BBC (bodas, bautizos y comuniones), crecen las peticiones para recibir esta asistencia, sobre todo en Andalucía, donde se acumulan los eventos sociales en esta estación del año. Sin embargo, estamos intentando educar a la población para que empiece a tratarse la piel en otoño e invierno, porque el abordaje de manchas, deshidratación y falta de elasticidad de la piel hay que iniciarlo antes de primavera, para que la piel brille de cara al verano», añade.