La Policía Nacional ha detenido a cinco miembros de una red que había creado un entramado empresarial que llegó a captar cinco millones de euros con el reclamo de que los fondos irían a parar a la lucha contra el cáncer infantil y a emergencias en el tercer mundo, aunque, en realidad, destinaron este dinero para beneficio propio y llevar así una vida de lujo. La investigación abierta por presunta estafa y organización criminal se inició a raíz de la denuncia presentada por la Asociación de Padres de Niños Oncológicos de Aragón (Aspanoa) contra las actuaciones supuestamente «opacas» realizadas por el grupo integrado por los arrestados.

La trama desarticulada se publicitaba ampliamente a través de una página web, revistas, venta de productos solidarios y actos diversos que tenían como finalidad la captación de fondos. Así, y en cuatro años, recaudó dos millones de euros. El señuelo: ese dinero iría a parar a la lucha contra el cáncer infantil. El grupo operaba también con una empresa que consiguió otros tres millones de euros en cinco años con la excusa de que los fondos eran para emergencias en el tercer mundo.

Sin embargo, el dinero donado era destinado al sostenimiento de una estructura empresarial de la que vivían los cinco detenidos, todos de nacionalidad española, y más de 40 trabajadores. Con los fondos, el principal cabecilla de la organización llevaba un alto tren de vida, con vehículos de alta gama y comidas en conocidos restaurantes de la capital aragonesa, según informó ayer la Dirección General de la Policía. Mediante técnicas comerciales, a través de llamadas telefónicas, voluntarios a pie de calle y actos diversos, los arrestados recaudaban las donaciones de personas particulares, hasta llegar a los cinco millones de euros. Además, los implicados hacían donaciones de juguetes entregados por terceros, organizaban actividades lúdico-deportivas realizadas con aportaciones e impulsaban iniciativas menores cuyo único fin real era el de dar soporte publicitario a su finalidad.

Los agentes pertenecientes a la Brigada Regional de la Policía Judicial de Zaragoza encargados de las pesquisas han procedido al bloqueo cautelar de un apartamento en la playa, un chalet en la montaña, un piso en Zaragoza, cuentas bancarias y 10 vehículos, cuatro de ellos de alta gama (BMW, Jaguar y Jeep).

Los policías también han confiscado un turismo BMW que normalmente usaba el cabecilla del grupo y un Toyota Corolla empleado por miembros de su familia. Los coches fueron pagados con las donaciones recaudadas por las sociedades utilizadas para cometer el presunto fraude. Dos de los detenidos, entre ellos el máximo responsable de la red, R.P.R., ingresaron en prisión el viernes tras prestar declaración en el Juzgado de Instrucción número 2 de Zaragoza.