Los 35 menores extranjeros no acompañados, conocidos como MENA, del centro municipal de Castelldefels (Barcelona) que fue asaltado por un grupo de encapuchados, fueron trasladados ayer a otro equipamiento. Así lo aseguró la alcaldesa de la localidad catalana, María Miranda, después de que unos 25 encapuchados entraran el sábado por la fuerza al centro, causaran destrozos y agredieran a dos educadores y un interno, que fue trasladado a un hospital. La alcaldesa condenó los hechos y recordó que los 35 menas llegaron en diciembre al centro Cal Pinxo, propiedad del Ayuntamiento y dedicado a la formación medioambiental, por un período «transitorio» y «de urgencia», mientras la Generalitat les buscaba un lugar más adecuado. «Incluso se hablaba de un mes, pero después de pasar este tiempo se ha ido alargando la estancia», explicó Miranda, que aseguraba que tenía la «confirmación» de la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia de que el 15 de marzo, el próximo viernes, la Generalitat trasladaría a los menores a otro lugar. «Donde llevan instalados este tiempo es un centro de educación ambiental y no estaba destinado a ser refugio de estos menores no tutelados», indicó Sin embargo, a raíz de los incidentes ocurridos el fin de semana, el traslado de estos menores se ha precipitado.

María Miranda reconoció que los MENA acostumbraban a bajar al pueblo en grupo y que en varias ocasiones se habían producido «pequeñas peleas sin mayor importancia» con jóvenes del municipio. El mismo sábado por la tarde, un grupo de menores imigrantes que volvían por la tarde al centro y jóvenes del municipio habían protagonizado una discusión que acabó a pedradas. Poco después, los jóvenes del municipio se habrían dirigido al centro que acoge a los menores causando daños materiales y agrediendo a tres personas. La alcaldesa negó tajantemente que la delincuencia haya aumentado en la población por la llegada de los jóvenes inmigrantes.