Jóvenes que han superado un cáncer infantil, familiares y profesionales sanitarios han reivindicado este viernes la necesidad de que los supervivientes cuenten con un seguimiento específico que permita la prevención y el tratamiento de las secuelas que sufrirán un 70 por ciento de ellos. Los supervivientes y sus necesidades no cubiertas centraron ayer el acto central del Día Internacional del Niño con Cáncer, celebrado en el Ministerio de Sanidad, y que clausuró la titular del Departamento, María Luisa Carcedo.

La ministra señaló que, a pesar de que la supervivencia a cinco años de los niños y adolescentes con cáncer es casi del 80%, «existe un amplio margen de mejora en el que estamos trabajando al 100%».

Unos 1.050 niños y niñas de hasta 14 años y 400 adolescentes enferman cada año de cáncer «y eso nos concierne mucho», aseguró Carcedo, quien explicó que las leucemias, los linfomas y los tumores del sistema nervioso central son los más frecuentes a esas edades.

Carcedo recalcó que mejorar la asistencia de calidad es «irrenunciable» y, un primer paso para lograrlo, es concentrar la atención en las unidades de oncología pediátrica.

A su juicio, es importante que desde las comunidades autónomas también se ofrezca soporte económico a las familias que deben trasladarse fuera de su lugar de residencia, lo que se deriva «necesariamente» de la concentración de los centros de referencia.

La titular de Sanidad hizo constar el compromiso del Gobierno con nuevos proyectos para mejorar el tratamiento del cáncer infantil y superar el porcentaje actual del 80% de curación. Son precisamente estos pacientes que se curan los que integran el colectivo de supervivientes, más de 11.223 de entre 15 y 30 años el próximo año, un número que aumenta progresivamente y que «debe generar una preocupación social».