Dejar de estigmatizar el error médico, cambiar la cultura sanitaria que genera expectativas exageradas y aprobar un baremo de indemnizaciones en casos de negligencia médica son algunas de las recomendaciones que recoge un informe presentado ayer en Barcelona. El documento, elaborado por la Sociedad Española de Salud Pública (Sespas) y la Organización Médica Colegial de España (OMC), se ha presentado en el 17º Congreso Sespas para que la gestión de la iatrogenia, la alteración especialmente negativa del estado del paciente producida por el médico, se convierta en una prioridad de las políticas sanitarias del país.

El representante del grupo de trabajo del informe, Andreu Segura, aseguró que desde las organizaciones de profesionales de la salud «nos preocupa mucho el daño que se puede producir por las intervenciones médicas, tanto que no hay duda de que se trata de un problema principal de salud pública». Según el último informe elaborado por el Ministerio de Sanidad, el Estudio Eneas de 2006, la incidencia estimada de pacientes con efectos adversos ligados a la hospitalización fue del 9,3%, mientras que el riesgo de sufrir un evento adverso en unidades de cuidados intensivos llegaba hasta el 40%. Hoy en día, ante la ausencia de este baremo, las indemnizaciones en casos de negligencia médica se calculan basándose en el baremo de los accidentes de tráfico, lo cual supone una situación de inestabilidad para los profesionales.