Aunque es una tendencia que se viene apreciando desde hace algunos años, ha sido en el 2019 cuando todas las administraciones han lanzado la voz de alarma acerca del riesgo de despoblación que sufre la provincia de Córdoba (en un fenómeno no ajeno al resto del territorio rural nacional). Los datos que se han ido conociendo a lo largo el año han ido confirmando este temor. En concreto, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el 24% de los pueblos está en riesgo de despoblación.

Así, en el mes de abril, con datos del padrón municipal actualizado por el INE al inicio del año 2019, se conocía que la provincia de Córdoba pierde 2.336 habitantes en su octavo año consecutivo de caída. En concreto, a 1 de enero del 2019, se señalaba que la provincia contaba con 782.516 ciudadanos censados. Esta cifra supone 23.857 ciudadanos menos censados que en el año 2011, cuando se registraban 805.857 personas, la cifra más alta de la provincia. En esta misma estadística se reflejaba que la edad media de los cordobeses se situaba este año 2019 en 43 años.

Aun así, entre los datos que aportan como causantes de esta disminución de la población cordobesa se sitúa el envejecimiento de la ciudadanía, lo que viene generando que las defunciones sean superiores a los nacimientos que se dan durante año. En junio, y con datos también del INE, este periódico publicaba que el 2018 era el quinto año consecutivo de caída del número de nacimientos. En concreto, en el citado ejercicio vinieron al mundo un total de 6.199 bebés, lo que representaba una cifra un 4,5% inferior al ejercicio precedente. Respecto a las defunciones, los datos del INE indicaban que habían sido 7.827.

Otro de los motivos que está contribuyendo a la disminución de la población de la provincia de Córdoba es la fuga de jóvenes que se marchan a otros territorios buscando alternativas laborales que no encuentran en su tierra.

Este fenómeno tiene diversas consecuencias, entre las que destacan la retirada de algunos servicios o prestaciones que se venían prestando, como es el caso, en los núcleos más pequeños, de las sucursales bancarias. El caso más reciente es el de la aldea baenense de Albendín, donde los vecinos han protestado hace unos días por la retirada de la única caja de ahorros existente en la población.

Otra de las consecuencias la sufren directamente los ayuntamientos es lo que se refiere a la configuración de sus plenos.

De ese modo, en el presente mandato surgido de las elecciones de mayo hay seis municipios cordobeses que han perdido concejales, al haber experimentado un descenso de su población. En concreto, Baena (que ha pasado de 21 a 17 ediles), Rute (de 17 a 13), Obejo (11 a 9), Benamejí (de 13 a 11), Santaella (de 13 a 11) y Fuente Palmera (de 17 a 13). En estos dos últimos pueblos la pérdida de población ha venido relacionada con la segregación de la entidad matriz de los dos nuevos ayuntamientos surgidos en este nuevo mandato como son La Guijarrosa y Fuente Carreteros.