La campaña citrícola se encuentra en torno a un 65% y los precios siguen sin remontar, mientras que el mercado europeo es nulo para la naranja de la Vega, según ha expresado el presidente de Palmanaranja, Antonio Carmona, para quien «hemos desaparecido en Europa».

Carmona califica la situación como «muy preocupante, los mercados europeos son nulos, no encontramos posibilidad de venta en Europa». Explica que si la naranja de la Vega tuviera que competir con los precios de la fruta que entra a estos mercados desde países terceros «sería la ruina del agricultor». A la pregunta de cuándo puede terminar esta realidad, la presencia de naranja de países como Egipto y Turquía en lineales de mercados europeos, señala que se baraja que la fruta que llega de terceros países puede finalizar en el plazo de un mes o mes y medio. En este punto, esperan «que el tiempo acompañe para recolectar lo que queda en el campo».

La campaña citrícola se encuentra en torno a un 65%. Carmona subraya que «queda mucha fruta en el árbol», y que Europa absorbía tradicionalmente entre un 60 o un 70% de la producción de la zona. Indica el presidente de Palmanaranja que los países donde están comercializando -China, Corea, Singapur y Canadá- , no asumen tal volumen de producción.

Como gerente de Sunarán, informa de que hasta el momento su producción es de 31 millones de kilos sobre un aforo de 50 millones. Esta firma, constituida en OPFH, organización de productores de frutas y hortalizas tiene consolidada su presencia en mercados asiáticos, también exporta a Canadá. Otras OPFH en Palma del Río son Guadex, Las Huertas y, recientemente Coare.

En la valoración de la actual campaña, el presidente de Palmanaranja reconoce que se esperaba un repunte con la variedad salustiana tras la Navidad y lamenta que «nos encontramos con Marruecos y Egipto, un país este último al que hay que darle mucha importancia, estar pendiente de la evolución de su producción», ya que «por primera vez en la historia aparece como país número uno exportador a nivel mundial». Añade que con los precios de la naranja de Egipto «tendríamos que pedir a cada agricultor 6 céntimos por kilo». El presidente de la interprofesional no duda al afirmar que «hemos desaparecido de los mercados europeos», y puntualiza que «nos estamos defendiendo en comercios lejanos, gracias a prospecciones de mercado en Canadá, China y Corea del Sur».

Ante este escenario, plantea que el sector necesita un buen análisis porque no hay respuesta para la pregunta del productor de qué variedad siembra. En este estudio, apunta que habría que conocer el número de hectáreas a nivel nacional, edades, curva de producción y una comparativa con la curva de la demanda a nivel nacional e internacional, proyectos de I+D con algunas variedades, la organización del sector, poner en marcha la interprofesional a nivel nacional y «especializarnos mucho con variedades de mucha calidad, como punta de lanza, y el cultivo ecológico». También resalta la necesidad de campañas de promoción.

La consejera de Agricultura, Carmen Crespo, resalta que hay que controlar los contingentes productivos de países terceros, al igual que la inspección. Anuncia una campaña de promoción.