Desde dos niñas del colegio de San Ildefonso, con dos abundantes coletas rubias, cantando una lotería municipal bajo el número 26.519, pero escrito 26-5-19, un número muy electoral, y un décimo ilustrado con una imagen de 2 azafatas «naranjeras de Parma», hasta una boda gitana, vikingos, personajes de muchas historias de ficción, incombustibles un año más y a todo color en la asociación Andanzas, poniendo música a todo color, una chirigota local, llamada Lo de la cabeza me pesa, envuelta en grandes y voluminosas faldas con las franjas y colores de la bandera de España, banda al hombro incluida y corona, que no dudaban en decir somos «las quin», ya saben Queens, las reinas, eran la de España, porque se oía continuamente: «Leti», y mucho más, ha devuelto el Domingo de Piñata la ilusión a Palma del Río por esta fiesta tan personal y única en la ciudad. Se coincide al afirmar que «el centro estuvo lleno, como los carnavales de hace unos años, aquellos en los que se creaban tapones en el centro y era imposible andar».

Un domingo de Piñata que arrancó en el paseo Alfonso XIII con la fiesta infantil Rompe la piñata, y finalizó en la plaza Mayor de Andalucía con un lleno «ni visto en Nochevieja», comentaban muchos vecinos disfrazados y pensando que «mañana hay que trabajar». Y es que en Palma se habla de un lunes de resaca o en ¿un Sábado de Piñata?

El Carnaval en Palma del Río tradicionalmente se ha vivido en la calle y se ha distinguido por ser una fiesta espontánea y con una figura indiscutible: el mascarón.

Y un mascarón especial, así se anunciaba en el cartel de Carnaval, era el encargado de pregonar la fiesta el domingo 3 de abril. Un pregonero que resultó ser el alcalde, José Antonio Ruiz Almenara, escondido tras una gran careta, que sujetaba a duras penas, y que no impidió regodearse en la fiesta desde la crítica personal e invitar a todos a hacer cumplir la norma del Carnaval, la diversión. El alcalde contó con la colaboración de La Cochera de Flores, y Antonio Flores leyó un bando haciendo notar «estar en una fecha peligrosa», y con Virginia García, de Arrempuja Teatro, que le daba la réplica indicando «mira el alcalde».

Buena respuesta en la calle el primer domingo de Carnaval, igual que para el pasacalles infantil del lunes por la mañana, ya es habitual esta respuesta por parte de los centros de educación infantil que configuran un largo desfile de niños, con sus maestras y maestros, padres, y al que este año se han sumado los mayores de la residencia de ancianos del hospital de San Sebastián.

Sin embargo, las tardes de talleres de Carnaval para las tardes del lunes y martes de Carnaval han sido más flojitas. Sin duda alguna, reservando ganas e ilusión para el gran día de esta fiesta, el domingo de Piñata donde familias enteras, grupos de amigos y vecinos incondicionales de esta fiesta ocuparon la calle.

Otra cita, ya fija en el calendario del carnaval palmeño, es el encuentro de agrupaciones de Carnaval. Este año se han reunido en el teatro Coliseo, el sábado 9 de marzo, La Bohème, de Córdoba, donde participa el palmeño Nicolás Díaz; Los del escandalo, de Almodóvar del Río; la chirigota ecijana Paqui, baja aunque sea en pijama, donde están dos palmeños, el cantante Juan Jesús Sánchez y Raúl Godoy Uceda.

Esta chirigota coincidía en Cádiz, en el llamado Carnaval Chiquito, con la palmeña Lo de la cabeza me pesa, agrupación que ilustró una información carnavalera en la prensa gaditana, y donde las voces del grupo La Mandanga cantaron contra el machismo y reivindicaron con ironía el protagonismo necesario de la mujer.