Qué bien nos vienen, a veces, las voces prestadas! Están ahí, en los libros, en los medios de comunicación social, en las declaraciones y las entrevistas que se publican. Son voces responsables, autorizadas, libres. Por ejemplo, la voz de José Luis Bonet, presidente de la Cámara de España y de la Fira de Barcelona, una de las pocas voces valientes que claman en el desierto catalán, quien dictaminaba hace poco la situación actual: «España falla en lo fundamental, en la educación en valores». Y explicaba con detalle su afirmación: «Los jóvenes deben saber dónde están, en qué sociedad viven y ver qué alternativas ofrece el sistema. Es muy importante que tengan ilusión por lo que quieran ser y hacer. Lo que me indigna es ver a tanta gente haciendo cosas que nos les interesan en absoluto en su vida laboral». Según este viejo profesor, que se mantiene joven por haber dado clases tantos años, «la universidad española ha sido parte importante del cambio a mejor que ha experimentado España en estos años, pero debe arreglar todavía muchas cosas, empezando por su propia gobernanza y terminando por engarzarse totalmente con el mundo empresarial». Por ejemplo, la voz de Alfonso Carbajo, criticando con fuerza a la ministra de Educación, Isabel Celaá, por marginar la asignatura de religión, sustituyéndola «por una de valores cívicos y éticos que, desde luego, no será optativa». Y trae a colación la vieja anécdota: «En Muelas, durante un brote de cólera en 1872, el doctor Pardos, desconocedor de la terapia adecuada, ordenó retirar del hospital una imagen de san Rafael y sustituirla por un busto de Hipócrates», anécdota que Carbajo remata con esta frase: «Se acusa al gobierno accidental de pretender revivir la guerra de 1936, pero es injusto. La mentalidad de estas gentes está en el siglo XIX». Son las voces prestadas, a las que vale la pena prestar atención. Al final, es siempre el mismo problema: la fábula del escorpión y la rana. El primero no puede evitar clavar el aguijón a la segunda porque va en su naturaleza. Mientras tanto, sigue la fiesta.

* Sacerdote y periodista