La imposibilidad de aprobar los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para el año en curso llevó a Pedro Sánchez a convocar elecciones, con los resultados conocidos. Así, nos encontramos a las puertas del verano en una situación poco operativa, sin PGE, sin Presupuestos de la Junta de Andalucía, y con las elecciones municipales convocadas para el 26 de mayo junto con las europeas y las de las comunidades autónomas del artículo 144 de la Constitución. El escenario, aparte de las tensiones electorales, parece anticipar una tormenta perfecta que se desencadenará tras el 26-M en forma de pactos en ayuntamientos, diputaciones y autonomías que, con las particularidades de cada territorio, pueden poner en un aprieto las posiciones de los grandes partidos políticos.

Todo eso se verá en las próximas semanas y meses. La nueva legislatura comenzará el 21 de mayo, antes de los comicios locales, y la constitución de la Mesa del Congreso ya dará algunos indicios de cómo piensa jugar el PSOE la política de alianzas de cara a la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, que, si no hay retrasos, tendría lugar en junio. Por lo tanto, es difícil que las cuentas del Estado estén listas antes de otoño. Las citas electorales retrasan el diseño y ejecución de las políticas destinadas al desarrollo económico, en un momento en el que España mantiene su crecimiento, pero la situación internacional anuncia nubarrones e inquietud por una nueva recesión.

En estas circunstancias, Córdoba se ve desfavorecida, quizá más que el resto de España por su posición de menor fortaleza económica y por el hecho de que arrastra desde hace muchos años proyectos que no se terminan de llevar a cabo. La provincia ha tenido poco peso político y los últimos gobiernos, tanto central como autonómico, han reducido al extremo sus inversiones y han retrasado la ejecución de las que estaban presupuestadas. Baste ver que la inversión más cuantiosa, los 32 millones de euros para el baipás de Almodóvar, favorece en realidad a las ciudades de Málaga y Sevilla, con una conexión directa para el AVE que eludirá el paso por nuestra capital. Otras inversiones clave para Córdoba, como la conversión de la N-432 Badajoz-Granada en la autovía A-81, quedan siempre relegadas o disminuidas en cuantía. Hoy repasamos los proyectos más importantes de Córdoba que están pendientes de los futuros PGE, desde el impulso al cercanías hasta la reforma del Museo Arqueológico, la variante Oeste de Córdoba y las de varios municipios, las nuevas comisarías… Más de treinta iniciativas, algunas en marcha, otras completamente preteridas, ninguna nueva, que forman las reclamaciones de la provincia al futuro Gobierno central. Es necesario que comience un ciclo de cierta estabilidad política para que nuestra provincia y el resto de Andalucía y España puedan avanzar en su desarrollo. No caben más dilaciones.